MADRID 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Dirección de Investigaciones Criminales de Kenia (DCI) ha citado este lunes al cesado vicepresidente del país, Rigathi Gachagua, a que acuda a su sede para que registre una denuncia después de que asegurara en la víspera que había sido víctima de dos intentos de asesinato durante los últimos meses.
"Se trata de acusaciones graves que emanan de una persona de su estatura y no se pueden tomar a la ligera. En vista de la gravedad de este asunto, le solicitamos amablemente su presencia (...) para registrar formalmente su declaración para permitir una investigación rápida y exhaustiva del asunto", reza un comunicado firmado por el director de la oficina, JK Marete.
El investigador ha subrayado "la delicadeza de estas acusaciones" y ha asegurado que tratarán "este asunto con la seriedad que se merece". "Su declaración es un componente crucial de nuestra investigación", ha agregado.
Gachagua recalcó tras salir del Hospital Karen --donde se encontraba por dolor pecho, lo que le imposibilitó acudir a testificar en su juicio político-- que fue víctima de un intento de asesinato a finales de octubre, cuando "agentes encubiertos" entraron en su habitación para "poner micrófonos" y "envenenar su comida".
"Fueron detectados y pude escapar al plan. Se suponía que iba a morir por una intoxicación alimentaria", dijo, antes de insistir en que días después hubo otro intento de envenenamiento por parte de los servicios de Inteligencia de Kenia. "Informó de este asunto al Servicio de Inteligencia de Nacional y pedí la retirada de los oficiales destinados a mi oficina porque no me sentía seguro", detalló.
Gachagua fue destituido el 17 de octubre por el Parlamento tras no testificar, si bien la medida fue suspendida pocas horas después por el Tribunal Supremo de Kenia, que está estudiando el recurso presentado por el político. De confirmar la medida, se convertirá en el primer vicepresidente en ser destituido en la historia del país africano.
El exvicepresidente ha impugnado todo el proceso que condujo a su destitución, argumentando que los cargos que se le imputan carecen de fundamento y que las pruebas presentadas ante el Parlamento son insuficientes. De esta forma, habló de "acusaciones infundadas y falsas" contra él.