MADRID, 3 Sep. (EUROPA PRESS) -
El gobernador del estado de Misisipi, Tate Reeves, ha anunciado este viernes que la Policía estatal, junto al Ejército estadounidense, ha repartido 2,8 millones de botellas de agua en la ciudad de Jackson para paliar la escasez de agua potable generada tras las tormentas que han azotado durante estos días al estado.
"Hemos puesto en marcha oficialmente siete centros de distribución de agua estatales en torno a la zona afectada por esta crisis. Esto ha sido un extraordinario esfuerzo logístico. Estos puestos estarán bien abastecidos, bien dotados de personal y bien preparados para manejar la emergencia continua de los próximos días", ha detallado la Gobernación de Misisipi en un comunicado.
Para llevar a cabo el reparto de botellas de agua a los habitantes de Jackson se han movilizado 600 miembros de la Guardia Nacional estadounidense, atendiendo en un solo día a 19.850 vehículos en los siete puntos de distribución.
Desde hace cinco días, una planta de tratamiento que suministraba agua a la capital del estado no funciona, haciendo inseguro el consumo de agua para los más de 150.000 habitantes de Jackson.
Un desequilibrio químico en las aguas de planta ha obligado a los funcionarios a cerrar la potabilizadora, según ha informado Local News.
Mientras las autoridades intentan solucionar el problema, las familias y las empresas se ven obligadas a comprar agua o depender de un sistema ineficiente de sitios de recolección de agua embotellada para beber, cocinar e incluso cepillarse los dientes, según la citada cadena.
Con todo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aceptó el pasado martes la declaración de desastre en el estado para apoyar con fondos federales las ayudas a las familias y empresas tras las fuertes tormentas.