MADRID, 20 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades religiosas a cargo de la Mezquita de Al Aqsa han hecho este miércoles un llamamiento para que los palestinos cierren el viernes todas las mezquitas y acudan a rezar frente a la Explanada de las Mezquitas, en rechazo a las nuevas medidas de seguridad aplicadas por Israel.
El jefe Azam al Jatib, director de Patrimonio Islámico (Waqf) y de Asuntos de la Mezquita de Al Aqsa, ha desvelado que se ha emitido una orden para que los encargados de las mezquitas de Jerusalén Este no realicen las plegarias en sus centros y que acudan a la Explanada de las Mezquitas.
Durante la jornada, miles de palestinos de Cisjordania y la Franja de Gaza han participado en el 'Día de la Ira' para rechazar las políticas de Israel en el recinto religioso tras el ataque registrado el viernes, que se saldó con la muerte de dos policías.
Las protestas han estado marcadas por los enfrentamientos en varias localidades, entre ellas Ramala, donde tres palestinos han resultado heridos de bala, y Belén, donde un activista ha sido detenido por soldados israelíes, según ha informado la agencia palestina de noticias Maan.
La Policía de Israel ordenó el cierre de la Explanada de las Mezquitas y canceló los rezos en el lugar tras el ataque, y reabrió el lugar el domingo con un aumento de las restricciones de seguridad.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció el sábado la reapertura progresiva de la Explanada de las Mezquitas y las nuevas medidas de seguridad que dan a las autoridades "un control casi absoluto de lo que ocurre allí".
Patrimonio Islámico, encargado de la gestión de los lugares santos musulmanes, ha expresado su disconformidad con los nuevos detectores de metales instalados en los accesos, aunque finalmente han accedido a utilizarlos.
"Es peligroso y no tienen precedentes imponer controles sobre la Mezquita de Al Aqsa", ha argumentado el director del templo, el jeque Omar al Kiswani en declaraciones a la emisora de radio Voz de Palestina.
La Explanada de las Mezquitas o Monte del Templo, para los judíos, descansa en uno de sus laterales sobre el Muro de las Lamentaciones, último vestigio del Templo de Salomón, por lo que los musulmanes temen las intenciones de radicales judíos que pretenden destruir la Mezquita de Al Aqsa para construir un Tercer Templo judío de Jerusalén.