LONDRES, 4 Ago. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades británicas han prohibido el traslado de ganado vacuno, cerdos y ovejas en todo el país tras confirmarse un caso de fiebre aftosa en una granja de Surrey, en el sur de Inglaterra, como medida preventiva para evitar una catástrofe como la vivida en 2001, que obligó a sacrificar entre 6,5 y 10 millones de animales.
Unos 60 animales de una granja en Wanborough, cerca de Guilford, en Surrey, han dado positivo en los análisis realizados y están siendo sacrificados. La granja estaba ya en cuarentena desde el jueves por la noche, después de que el ganado comenzara a presentar signos de padecer fiebre aftosa.
El Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (DEFRA) informó de que se ha establecido una "zona de protección" de 3 kilómetros y una "zona de vigilancia" de 10 kilómetros en torno a la granja afectada. Según la veterinaria jefe del Gobierno, Debby Reynolds, todavía es demasiado pronto para poder determinar el alcance del brote.
Según explicó, se está intentado determinar la procedencia del brote, pero "la absoluta prioridad en estos momentos es evitar que se propague" la enfermedad. Asimismo, intentó tranquilizar a la población subrayando que se han registrado muy pocos casos de transmisión de la enfermedad a personas y pidió a los granjeros de todo el país que examinen su ganado en busca de síntomas.
La noticia del brote de fiebre aftosa ha hecho que el primer ministro, Gordon Brown, acortara sus vacaciones y regresara a Londres, donde presidirá una reunión de emergencia de su gabinete para discutir sobre las medidas a tomar. La ministra de Medio Ambiente, Hilary Benn, también ha tenido que suspender sus vacaciones en Italia.
La fiebre aftosa es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta al ganado. Sus síntomas incluyen fiebre, lesiones en la boca y cojera. Su transmisión a humanos es muy poco probable y en los casos en que se produce no requiere tratamiento.
El presidente de la Unión Nacional de Granjeros (NFU), Peter Kendall, expresó su "enorme preocupación" por la situación, y precisó que desde la NFU lo que se está intentando hacer es "transmitir a los granjeros el mensaje lo antes posible de que estén vigilantes y revisen a sus animales". "Tenemos que asegurarnos de que este es un brote aislado" por ello, explicó, "estamos trabajando con el Gobierno para garantizar que se dan los pasos correctos".