MADRID, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de Túnez han denegado la autorización a una manifestación convocada este domingo por el opositor Frente de Salvación Nacional para protestar contra las recientes detenciones de opositores y activistas y denunciar la deriva autoritaria del presidente, Kais Saied.
El gobernador de la provincia de Túnez, Kamel Fekí, ha indicado que la negativa se debe a las sospechas en torno a una posible "conspiración contra la seguridad estatal" de la que las autoridades acusan a altos cargos de la coalición opositora.
La protesta había sido convocada la semana pasada e incluía una marcha desde la plaza de la República hasta la avenida Habib Burguiba, la más importante en el centro de la capital, según ha recogido la agencia estatal tunecina de noticias, TAP.
Durante los últimos días, tres altos cargos del Frente de Salvación Nacional --Chaima Isa, Rida Belhaj y Yauar Ben Mbarek-- han sido detenidos en relación con un caso de "conspiración", tildado de políticamente motivado por parte de la oposición.
En el marco de esta oleada de arrestos, Habib Eluze, alto cargo del partido islamista Ennahda fue detenido durante la tarde del jueves, según ha denunciado su abogado Samir Dilu, quien ha señalado que los motivos de la detención no han sido esclarecidos.
"No creo que haya sido arrestado en el marco de un complot contra el Estado", ha manifestado tras la detención, que fue llevada a cabo por la brigada especial de la Policía Judicial de El Gorjani tras una petición de la Fiscalía.
El líder del Frente de Salvación Nacional, Ahmed Neyib Chebi, anunció el lunes la creación de una red para defender a los "presos políticos" y desveló que se lanzará una campaña mediática para "generar conciencia a nivel nacional e internacional sobre los arrestos y la situación de los detenidos".
La oposición, aglutinada mayoritariamente en torno al Frente de Salvación Nacional, en el que está incluido Ennahda --que contaba con la mayoría en el Parlamento suspendido en julio de 2021--, ha exigido su dimisión, especialmente después de que su llamamiento al boicot en las legislativas de diciembre y enero se saldara con una tasa de participación cercana al diez por ciento.