MADRID, 21 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades judiciales turcas han rechazado la primera apelación de los abogados de la estrella del pop Gülsen para que se le retiren los cargos de ofensa religiosa por los que está imputada y se le ha prohibido abandonar el país hasta que no terminen los procedimientos.
Gülsen Colakoglu, de 46 años de edad y una de las figuras más conocidas de la música pop del país, fue detenida por las autoridades turcas después de bromear durante un concierto sobre las escuelas Imán Hatip, una cadena de instituciones educativas de vocación religiosa, a la que acuden más de un millón de jóvenes turcos y cuya influencia y capacidad se han multiplicado exponencialmente gracias al partido Justicia y Desarrollo del presidente, Recep Tayyip Erdogan.
En su primer testimonio ante el tribunal, la cantante ha reiterado que sus palabras, en las que describía como "pervertidos" a los alumnos de estas escuelas, tenían carácter jocoso y solo "estaba bromeando con un amigo en el escenario", según recoge el portal turco Ajans Haber.
Los abogados de la artista lamentan que la prohibición de viaje ya es suficiente castigo porque no puede a su hijo de cinco años, que reside en España, y desde su acusación no ha podido dar concierto alguno, con el consiguiente perjuicio económico, según comentó su abogado, Emek Emre, a la agencia DPA al término de la sesión, que se reanudará el 21 de diciembre.
El caso contra Gülsen ha sido repudiado por asociaciones de músicos como MESAM, cuyo presidente, Recep Ergül, ha denunciado además que los grupos ultraconservadores del país han aprovechado la detención de la artista para exigir la suspensión de festivales de música, en especial aquellos cuyos participantes promueven los derechos de la comunidad LGTBIQ, como ha hecho en varias ocasiones la propia cantante.