MADRID, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Exteriores de Francia, Jean-Marc Ayrault, ha subrayado este jueves que "llegará el día en el que la justicia internacional se pronuncie sobre (el presidente de Siria) Bashar al Assad", resaltando que habrá un proceso contra él "como criminal de guerra".
En una entrevista concedida a la cadena de televisión francesa CNews, Ayrault ha indicado que "estos crímenes no quedarán impunes", en referencia al presunto ataque químico ejecutado el martes en la localidad de Jan Sheijun, que se habría saldado con cerca de cien muertos.
Por otra parte, el ministro francés ha recalcado que la intención de París sigue siendo "lograr una resolución" del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre Siria, tal y como ha recogido el diario local 'Libération'.
"La primera fase es lograr una votación sobre una resolución, y sobre todo reiniciar las negociaciones de paz en Ginebra", ha argumentado, según ha informado la agencia británica de noticias Reuters.
"No se trata de ir nosotros, bajo el pretexto de que el presidente de Estados Unidos (Donald Trump) ha tenido una reacción impulsiva y ponernos en situación de guerra", ha recalcado.
Las palabras de Ayrault han llegado horas después de que se aplazara la votación en el Consejo de Seguridad de la ONU del borrador de resolución presentado por Estados Unidos, Reino Unido y Francia sobre el citado ataque, debido a que no contaba con el apoyo de nueve de los 15 miembros del organismo.
Horas antes, el Gobierno ruso tildó de "inaceptable" el proyecto, entre otras cosas porque se sustenta en información ofrecida por dos organizaciones cuya credibilidad Moscú pone en tela de juicio.
De hecho, el portavoz de la delegación rusa ante la ONU, Fiodor Strzhozhovski, ha anunciado que Moscú ha presentado un borrador propio de resolución para investigar el citado ataque.
"Proponemos nuestro proyecto, breve y práctico, encaminado a una investigación real y no a denunciar a loa culpables antes de determinar qué sucedió", ha dicho, según ha informado la agencia rusa de noticias Sputnik.
La reunión celebrada este miércoles ante el organismo internacional ha contado con la participación del Alto Representante de la ONU para Asuntos de Desarme, Kim Won Soo, quien ha afirmado que, si bien aún no se conocen muchos detalles del suceso, podría ser el mayor ataque con armas químicas desde agosto de 2013.
EL ATAQUE
La inmensa mayoría de la comunidad internacional ha acusado al Gobierno de Bashar al Assad de estar detrás del ataque de este martes, perpetrado en la localidad de Jan Sheijun, controlada por los rebeldes.
Sin embargo, el Gobierno de Rusia afirmó el miércoles que el Ejército sirio bombardeó una fábrica de armas químicas en la localidad, descartando un ataque químico por parte de las fuerzas gubernamentales.
El representante en funciones del país árabe ante Naciones Unidas, Munzer Munzer, negó durante la citada sesión en el Consejo de Seguridad de la ONU que Damasco cuente con armas químicas.
Siria aceptó en septiembre de 2013 que se destruyera su arsenal químico al completo, en un acuerdo negociado entre Rusia y Estados Unidos. El proceso ha estado supervisado por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPCW).
Al Assad aceptó el plan después de que Washington amenazara con utilizar la fuerza en respuesta al ataque con gas sarín que acabó con la vida de cientos de personas en agosto de ese año a las afueras de la capital, Damasco.
Según el balance proporcionado por la Unión de Organizaciones de Asistencia Médica y de Socorro (UOSSM), al menos cien personas han muerto y unas 400 han sido atendidas con síntomas de asfixia tras el supuesto ataque químico.
Por su parte, el Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, con sede en Londres e informantes en el país árabe, ha cifrado en 86 los muertos, entre ellos 30 niños.
Naciones Unidas ha alertado de que el uso de armas químicas es "extremadamente alarmante y preocupante", resaltando que el uso de armas químicas en cualquier parte del mundo constituye una grave amenaza para la paz y la seguridad y es una violación muy seria del Derecho Internacional".