Proyecto de la UE para construir una escuela
KASSIA DE SANTOS/COMISIÓN EUROPEA
Actualizado: lunes, 12 octubre 2015 9:00

El Año Europeo del Desarrollo pretende concienciar y movilizar a la ciudadanía del continente

BRUSELAS, 12 Oct. (EUROPA PRESS) -

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) adoptados en septiembre marcan un punto de inflexión en materia de desarrollo, con 2030 como horizonte final de unos retos en los que la asistencia internacional será clave. La UE, que en 2015 celebra el Año Europeo del Desarrollo, se muestra optimista ante un escenario en el que, por primera vez, "todos los países se sientan a la mesa".

En España, nueve de cada diez ciudadanos ven importante la ayuda al desarrollo, y un 57 por ciento considera que la lucha contra la pobreza a nivel global debería ser una prioridad para el Gobierno. También lo entiende así la Comisión Europea, que encara con optimismo los restos pendientes para los próximos 15 años.

El comisario de Desarrollo europeo, Neven Mimica, valoró en un reciente comunicado que los nuevos objetivos prevén "un futuro mejor para las personas y el planeta" y calificó de "crucial" que el acuerdo sea "universal". "Se aplica a todos los países. Todos compartimos la autoría y la responsabilidad de su aplicación", subrayó.

El director general adjunto de la oficina de Cooperación Internacional y Desarrollo, Klaus Rudischhauser, ha reafirmado esta idea en un encuentro con periodistas. "Todos los países se sientan a la mesa", ha dicho, al referirse a la "ambiciosa" agenda que compromete a los 193 Estados miembro de la ONU.

Con motivo del final de los Objetivos del Desarrollo del Milenio (ODS) y la adopción de los ODS, la UE ha convertido 2015 en el Año Europeo del Desarrollo. Aspira a informar a la ciudadanía, a fomentar la implicación y a explicar los beneficios de ayudar a países más desfavorecidos a salir adelante. Cada mes está dedicado a una temática específica --octubre versa sobre seguridad alimentaria--.

"Piensa global, actúa local. Una sola persona puede marcar la diferencia" es uno de los lemas de esta iniciativa, que en España está liderada por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

UNA "PRIORIDAD"

El Programa para el Cambio, lanzado en 2012, ha constituido la base para la política de desarrollo de la UE en los últimos años, marcados por la crisis financiera. A pesar de los recortes, el bloque comunitario y los distintos Estados parte aumentaron la Ayuda Oficial al Desarrollo en 1.300 millones de euros en 2014, hasta un total de 58.200 millones.

Fuentes de la Comisión Europea han insistido a Europa Press en que estas partidas siguen siendo una "prioridad", a pesar de las evidentes "limitaciones" a las que han tenido que hacer frente en los últimos años.

España, que recortó en partidas de ayuda tras la llegada de la crisis, quiere ahora mostrarse como un país "que coopera", en palabras del secretario general de Cooperación Internacional, Gonzalo Robles. En 2014, las aportaciones en materia de AOD a la Unión Europea supusieron 520,98 millones de euros y, en 2015, la cifra rondará los 540 millones.

España ha recibido desde 2012 la adjudicación de 15 proyectos de cooperación delegada --doce de ellos para América Latina-- valorados en más de 137 millones de euros.

Robles espera que el Año Europeo del Desarrollo sirva como "oportunidad para sensibilizar a la opinión pública sobre la orientación de la política de desarrollo", de tal forma que pueda saltar del "círculo de los más expertos" a la ciudadanía, según un comunicado de la AECID.

Rudischhauser ha reconocido que hasta ahora "no ha habido suficientes intentos para implicar a la sociedad civil" en los compromisos globales, por ejemplo con "patrones de consumo". Asimismo, ha llamado a sumar al sector privado, al que se le podría exigir avances en materia de producción sostenible o de respeto de derechos.

El portavoz para Desarrollo y Ayuda Humanitaria para la Comisión Europea, Alexandre Polack, ha resumido la importancia de este compromiso social en otro encuentro con periodistas: "Cambiar nuestra manera de vivir para adaptarla a nuestro planeta".

MÁS QUE DINERO

Con la crisis de refugiados en las portadas de medios de todo el mundo, Rudischhauser ha incidido en que este tipo de situaciones deberían servir para demostrar la importancia de la ayuda al desarrollo y del cumplimiento de los 17 ODS, que incluyen 169 metas en ámbitos diversos.

Polack ha coincidido en el enfoque y ha asegurado que la llegada masiva de inmigrantes y solicitantes de asilo "demuestra que necesitamos más ayuda al desarrollo, no menos". Polack, que ha hablado incluso de "oportunidad", ha destacado que la UE es el único bloque que se ha comprometido a dedicar un 0,7 por ciento del PIB conjunto a ayuda al desarrollo --en 2014 alcanzó el 0,42--.

Sin embargo, como ha advertido el director adjunto para Cooperación Internacional y Desarrollo, "el dinero no es la única forma de conseguir desarrollo". Existen otros "métodos financieros" y fórmulas de colaboración que han ganado peso en los últimos años y que ya quedaron de manifiesto en la conferencia de donantes celebrada en julio en Addis Abeba (Etiopía).

En algunas zonas, además, la clave vendría dada por "procesos de paz y reconciliación" o por mejorar la gobernanza, toda vez que la ayuda al desarrollo depende en última instancia de que los países sean capaces de mantener un entorno mínimamente estable. En el caso de los refugiados, una amplia mayoría proceden de Siria, sumido en el caos desde marzo de 2011.

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