La ayuda humanitaria a Corea del Norte, casi paralizada pese al riesgo de crisis alimentaria

Trabajadores descargan ayuda humanitaria en Corea del Norte (Archivo)
REUTERS / STRINGER KOREA
Actualizado: miércoles, 22 agosto 2018 21:02

Aunque las sanciones contra Pyongyang no incluyen la asistencia humanitaria, su aplicación está impidiendo la llegada de ayuda

SEÚL, 22 Ago. (Reuters/EP) -

La ayuda humanitaria para Corea del Norte prácticamente se ha paralizado este año ante la intensificación de la aplicación de las sanciones por parte de Estados Unidos pese a las advertencias de una potencial crisis alimentaria y la mejora de las relaciones con Pyongyang, según advierten las organizaciones humanitarias.

Las sanciones internacionales impuestas por el programa nuclear norcoreano técnicamente no cubren las actividades humanitarias y Naciones Unidas adoptó recientemente una propuesta estadounidense diseñada a mejorar la aprobación de los envíos de ayuda.

Pero las estrictas interpretaciones de las sanciones de la ONU que limitan las transacciones bancarias y los envíos a Pyongyang, así como la prohibición de viaje para ciudadanos estadounidenses, han tenido como resultado el cierre de las operaciones en Corea del Norte de la mayoría de las organizaciones humanitarias, según una decena de responsables de agencias de la ONU y organizaciones civiles.

La prohibición del envío de objetos metálicos, desde instrumentos de diagnóstico sanitario pasando por cucharas y cortauñas, hace prácticamente imposible ofrecer incluso atención sanitaria básica en Corea del Norte, según estas fuentes. Entretanto, la maquinaría agrícola, los invernaderos y las ambulancias están parados ante la falta de piezas de reparación.

"El régimen de sanciones está teniendo consecuencias no intencionadas sobre las operaciones humanitarias y las actividades de asistencia, especialmente el hundimiento del canal bancario y las demoras en el traslado de suministros al país", explica Mazen Gharzeddine, que supervisa las operaciones en Corea del Norte del Programa de Desarrollo de la ONU (PNUD), a Reuters.

Los fondos para las actividades de la ONU y las ONG en Corea del Norte han pasado de los 117,8 millones en 2012 a 17,1 millones en lo que va de año, según el Servicio de Seguimiento Financiero de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

El Comité de Servicio de Amigos Americanos (AFSC), una ONG con sede en Filadelfia que ha gestionado proyectos agrícolas en el país asiático desde hace 20 años, suspendió sus programas este año por primera vez por la imposibilidad de enviar suministros o viajar al país.

Save the Children, que ofrecía alimentos, atención sanitaria y ayuda ante desastres, se retiró el pasado noviembre alegando obstáculos operativos. Global Fund, con sede en Ginebra y que ha canalizado más de 105 millones de dólares desde 2019 para combatir la tuberculosis y la malaria, cerró sus operaciones en junio, denunciando los riesgos para desplegar recursos y la falta de acceso y supervisión para la retirada.

Aunque se permiten exenciones para la ayuda humanitaria, las fuentes reconocen que se han enfrentado a demoras de más de un año incluso para las entregas de ayuda básica, así como meses de espera para que el Gobierno estadounidense dé permiso para viajar a Corea del Norte.

Eso está afectando los esfuerzos para ayudar a los norcoreanos de a pie en un país en el que alrededor del 40 por ciento de la población --o más de 10 millones de personas-- necesitan asistencia humanitaria y alrededor del 20 por ciento de los niños sufren desnutrición, según las estimaciones de la ONU.

LAS SANCIONES Y LA SEQUÍA GOLPEAN LA ECONOMÍA

Este mes, la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR) dijo que Corea del Norte se enfrenta a "una crisis de seguridad alimentaria avanzada" después de que los medios estatales advirtieran de "un desastre natural sin precedentes" debido a la ola de calor.

Una ONG estadounidense que ha pedido mantener el anonimato ha expresado su temor de que la ola de calor pueda provocar daños en las cosechas y pérdida de vidas. Sin embargo, las agencias de la ONU y AFSC consideran que es demasiado pronto para prever cualquier impacto hasta la recolección de las cosechas en otoño y las imágenes de satélite muestran cosechas que parecen en buen estado en comparación con el año anterior.

Corea del Norte experimentó una grave hambruna en los años 1990 cuando una combinación de malas condiciones meteorológicas, mala gestión económica y la supresión de los subsidios al combustible paralizaron el sistema de racionamiento del estado, provocando la muerte de hasta tres millones de personas. La economía norcoreana se contrajo un 3,5 por ciento en 2017, el dato más alto desde la hambruna de los 1990.

Preguntado sobre el impacto de las sanciones en la ayuda, un portavoz del Departamento de Estado ha dicho a Reuters que las sanciones continuarán "hasta que las armas nucleares no sean un factor".

El presidente estadounidense, Donald Trump, mantuvo una histórica cumbre con el líder norcoreano, Kim Jong Un, el pasado junio en Singapur tras la que dijo que el país no suponía ya una amenaza nuclear, si bien los dos países no han acordado aún cómo acabar con el programa de armamento nuclear norcoreano.

"Estamos consternados de que justo cuando hay un deshielo en las relaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte el Gobierno estadounidense está redoblando las sanciones, efectivamente clausurando el trabajo de ONG estadounidenses en el terreno", lamenta Linda Lewis, que dirige los proyectos agrícolas de AFSC en el país asiático.

Según Lewis, pidió un pasaporte espacial para viajar a Corea del Norte en octubre y le llevó diez días, pero cuando hizo una segunda solicitud en mayo, tuvo que esperar 56 días.

La falta de transparencia y las restricciones de acceso han sido desde hace tiempo un obstáculo para los trabajadores humanitarios en Corea del Norte, incluso antes de que se redujera la financiación internacional.

Casi 20 organizaciones internacionales de asistencia estaban activas en 2010, pero esa cifra se ha reducido a más de la mitad, según cooperantes que trabajan en el país. Solo un puñado de ONG estadounidenses siguen allí, complementando el trabajo que realizan la OMS, el PNUD, el Programa Mundial de Alimentos y UNICEF.

La ONU tuvo que suspender su apoyo nutricional para las guarderías en noviembre debido a la falta de fondos y su solicitud de 111 millones de dólares para atender las necesidades este año apenas ha recibido el 11 por ciento del dinero.

Tras visitar Corea del Norte el mes pasado, el jefe humanitario de la ONU, Mark Lowcock, dijo que las sanciones están exacerbando los problemas humanitarios y que había "pruebas muy claras" de necesidades de asistencia.

Por su parte, Corea del Sur no ha cumplido con su promesa hecha en septiembre pasado de entregar 8 millones de dólares al PMA y UNICEF paa apoyar a niños y mujeres embarazadas en el país. Seúl hará la donación "en el momento adecuado considerando las circunstancias generales", se ha limitado a señalar la portavoz del Ministerio de Unificación, Lee Eugene.

Este mes, el panel de la ONU que supervisa las sanciones contra Corea del Norte adoptó unas directrices respaldadas por Estados Unidos y diseñadas para facilitar la asistencia humanitaria al país, pero los trabajadores humanitarios consideran que sigue habiendo mucha ambigüedad.

Por ejemplo, una ONG estadounidense ha apuntado a una disposición que "recomienda firmemente" que los envíos se agrupen a uno cada seis meses, algo que ha dicho que no es factible para muchas organizaciones.

"Si la verdadera intención no es perjudicar los esfuerzos humanitarios, entonces debería haber más voluntad y compromiso por parte de todos los gobiernos (...) para asegurarse de que los esfuerzos humanitarios no se ven obstaculizados", sostiene un responsable de la ONG. "Para las organizaciones humanitarias, es una muerte por mil cortes", añade.