MADRID 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de Azerbaiyán han anunciado este martes la apertura de un proceso contra 15 antiguos altos cargos de la república separatista de Nagorno Karabaj, respaldada por Armenia, por supuestos "crímenes de guerra", después de que las tropas azeríes recuperaran en septiembre la totalidad del territorio.
La Fiscalía de Azerbaiyán ha indicado en un comunicado que estas 15 personas han sido imputadas tras una investigación relativa a "actos de agresión, ocupación, genocidio, crímenes contra la paz y la humanidad, crímenes de guerra, financiación del terrorismo y otros delitos contra Azerbaiyán y su población".
Así, ha detallado que el caso afecta a un total de 2.548 "episodios" en los que habrían estado implicados "las Fuerzas Armadas de la República de Armenia y grupos armados separatistas ilegales" entre octubre de 1988 y abril de 2024, todos ellos "consolidados en un único proceso judicial".
Entre los imputados figuran los expresidentes de Nagorno Karabaj --cuyo nombre oficial fue República de Artsaj-- Arkadi Ghukasián, Bako Sahakián y Araik Haruiunián, cuya detención tras la última ofensiva militar azerí fue criticada por las autoridades de Armenia, que reclamó su liberación.
"La oficina de la Fiscalía General de Azerbaiyán, a partir de bases sustanciales sobre el hecho de que muchas personas sospechosas o identificadas como testigos de estos episodios están ubicados en territorio de la República de Armenia, invita a las autoridades relevantes de la República de Armenia a que cooperen", ha zanjado, sin que Ereván se haya pronunciado por ahora sobre el anuncio desde Bakú.
Las autoridades de la autoproclamada república de Nagorno Karabaj anunciaron a finales de septiembre de 2023 que el 1 de enero de 2024 se disolverían, tras más de tres décadas de control del territorio y a raíz de la última ofensiva militar de Azerbaiyán, que reintegró así el territorio bajo su soberanía.
Nagorno Karabaj es un territorio de unos 4.400 kilómetros cuadrados en el Cáucaso Sur que estuvo tres décadas bajo control de las autoridades separatistas proarmenias. Si bien la zona era de mayoría armenia, la última ofensiva azerí provocó la huida de la inmensa mayoría de la población hacia Armenia, que denunció una limpieza étnica.
El acuerdo de alto el fuego incluyó el desarme de los grupos armados, la retirada de militares armenios y la reintegración del territorio en Azerbaiyán. Desde entonces, Bakú y Ereván han mantenido desde entonces varias rondas de contactos de cara a lograr un acuerdo de paz, si bien por el momento no han logrado materializarse en un pacto que ponga fin a su conflicto.