Archivo - Bandera de Azerbaiyán - ANTONIN VINCENT / DPPI / AFP7 / Europa Press
Bakú se ha posicionado como un importante socio de la UE en su búsqueda de fuentes alternativas a Rusia
BAKÚ, 10 Mar. (Del enviado especial de Europa Press, Borja Aranda) -
El Gobierno de Azerbaiyán ha subrayado este viernes que trabaja "muy intensamente" con sus socios europeos para reforzar el envío de energía al continente, en medio de los esfuerzos de estos países por romper la dependencia del gas ruso tras el estallido en febrero de 2022 de la guerra en Ucrania, desencadenada por la orden de invasión dada por el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
El ministro de Energía azerí, Parviz Shahbazov, ha reseñado el aumento de las exportaciones de gas a Europa durante el último año y ha detallado que en 2022 "hubo un 40 por ciento de crecimiento en el suministro de gas" al continente europeo. "Este año vamos a aumentar aún más nuestras exportaciones de gas natural", ha asegurado.
Así, ha confirmado en el marco de la segunda jornada del X Foro Global de Bakú, organizado por el Centro Internacional Nizami Ganjavi, que el acuerdo estratégico firmado con la Unión Europea (UE) permitirá "expandir" estas exportaciones de cara a 2027, algo que Bakú "ya ha empezado a hacer".
El acuerdo fue firmado en julio de 2022 entre el Gobierno de Azerbaiyán y la Comisión Europea, tras lo que la presidenta del organismo, Ursula von der Leyen, destacó que el memorando de entendimiento "abre un nuevo capítulo en la cooperación energética" con este país del Cáucaso sur, al que describió como "un socio clave" en los esfuerzos del bloque por "alejarse de los combustibles fósiles rusos".
Así, Von der Leyen hizo referencia a los esfuerzos acometidos durante el último año por la UE para buscar suministradores alternativos de energía para reducir la influencia de Moscú sobre los países del bloque y recortar los ingresos que obtiene Rusia de estas exportaciones, sumado a la batería de sanciones impuestas contra las autoridades a raíz de la invasión de Ucrania.
En este sentido, Shahbazov ha confirmado que Bakú "va a continuar el diálogo con los socios en Europa" y ha indicado que en estos momentos hay consultas con catorce países. "Con algunos hemos firmados documentos preliminares, que son memorandos de entendimiento que definen nuestra futura cooperación. Con otros seguimos hablando", ha señalado.
El ministro de Energía azerí ha aseverado además que Bakú "trabaja intensamente en la expansión del Corredor Sur de Gas", una iniciativa de la Comisión Europea para una ruta de suministro de gas natural desde el mar Caspio y que va desde Azerbaiyán a Italia a través de la conexión de varios gasoductos.
El proyecto, propuesto en 2008, supone cubrir una ruta que pasa por Azerbaiyán, Georgia, Turquía, Grecia, Albania e Italia a través de la conexión del Gasoducto del Cáucaso Sur, el Gasoducto Transanatolio y el Gasoducto Transadriático, con la principal fuente de suministro en el campo de gas de Shah Deniz, situado en el mar Caspio.
El Corredor Sur de Gas recoge en su página web que el objetivo es "incrementar y diversificar el suministro de energía a Europa a través de recursos gasísticos del mar Caspio entregados a los mercados en Europa". La construcción total del corredor a través de sus diferentes gasoductos es de más de 3.200 kilómetros.
IMPULSO A LAS RENOVABLES
Shahbazov ha recordado que en enero se alcanzó "el primer texto vinculante" para la expansión del Gasoducto Transadriático y ha ensalzado que este "implica automáticamente la mejora del Corredor Sur de Gas", al tiempo que ha subrayado la importancia del acuerdo firmado en diciembre de 2022 entre Azerbaiyán, Hungría, Georgia y Rumanía para construir un cable submarino a través del mar Negro.
"Este proyecto cuatrilateral es, si se me permite, el proyecto del siglo XXI", ha explicado el ministro azerí, que ha defendido que la obra "va a dar los enormes recursos de energía renovable del mar Caspio en forma de electricidad renovable o gas renovable al continente europea, conectando el mar Caspio con la UE".
La propia Von der Leyen manifestó tras la firma del acuerdo en Bucarest que el mismo "ayudará a acercar a la UE a los socios en la región del Cáucaso sur y ayudará a ambas regiones a lograr una transición a las energías limpias", al tiempo que reiteró que el objetivo era "dar la espalda a los combustibles fósiles rusos y diversificarse hacia socios energéticos fiables".
El cable, que tendrá unos 1.100 kilómetros de longitud y que podría ser el de mayor longitud en el mundo, facilitará el envío de suministros energéticos de Azerbaiyán al continente, lo que confirma la centralidad de Bakú en estos planes de la UE para buscar nuevas fuentes y suministradores en pleno distanciamiento de Moscú.
En este sentido, Shahbazov ha defendido que el objetivo es utilizar "fuentes de energía seguras no sólo para Azerbaiyán, sino también para los países de la región e incluso más allá", antes de mostrar su deseo de que todos los "proyectos en agenda" sean "materializados junto a los socios".
"Azerbaiyán siempre ha intentado construir o colaborar en la construcción de esos corredores energéticos de forma que se creen condiciones absolutamente aceptables y propicias para la materialización de estos proyectos", ha argumentado.
"Estos corredores energéticos no sólo suponen una oportunidad para distribuir nuestros recursos energéticos a diferentes regiones y socios y que se beneficiaran de ello, sino que al mismo tiempo da la posibilidad de facilitar seguridad energética", ha dicho Shahbazov, que ha incidido en que esto "contribuirá además a la descarbonización y la transición energética".
UN TRABAJO "EFICIENTE"
Por su parte, el ministro de Transporte azerí, Rashad Nabiyev, que también ha participado en un panel centrado en energía y corredores de transporte en la zona euroasiática, ha afirmado que "no es un secreto que la ubicación de Azerbaiyán supone un puente natural entre Oriente y Occidente, entre Norte y Sur", si bien ha matizado que "no se trata de geografía, sino del liderazgo visionario durante los últimos 20 años", en referencia al mandato del presidente azerí, Ilham Aliyev, quien llegó al poder en 2003.
Así, ha puntualizado que esto es "especialmente cierto" en la "mejora de las infraestructuras", que durante los últimos años han visto "una expansión de capacidades que superó la demanda local". "No es casualidad que a día de hoy, cuando llegó esta demanda (por parte de los países europeos), estábamos bastante preparados".
"Hemos sido muy eficientes trabajando con nuestros socios en Oriente y Occidente", ha destacado Nabiyev, quien ha reseñado que durante el último año se ha reducido el periodo de transporte de materiales desde la frontera entre Kazajistán y China y el puerto georgiano de Batumi ha pasado "de entre 45 y 50 días a entre 15 y 20 días".
"Creemos que la una cooperación entre los países regionales, incluido Armenia --con el que Azerbaiyán está en un proceso de conversaciones para intentar alcanzar un acuerdo definitivo de paz para zanjar su disputa en torno a Nagorno Karabaj--, podría beneficiarnos no sólo a nosotros, sino a todos los socios europeos", ha explicado.
Nabiyev ha apostado por una fórmula para "convencer a los socios europeos para que no cometan los errores del pasado", en aparente referencia a estos esfuerzos de Azerbaiyán por tener un papel central en los esfuerzos de diversificación europea para acabar con la dependencia energética de Rusia.