PRAGA, 16 (Reuters/EP)
El primer ministro checo, Andrej Babis, ha pedido este martes al Parlamento que le retire la inmunidad que le corresponde tras haber sido elegido en los últimos comicios legislativos para poder así defenderse de los cargos por fraude en subvenciones de la Unión Europea que ha presentado la Policía en su contra.
La promesa de acabar con la corrupción ayudó a este empresario multimillonario a ganar con casi el 30 por ciento de votos las elecciones de octubre pero, desde entonces, se ha visto salpicado por la acusación de que ocultó parte de su patrimonio para lograr una subvención de dos millones de euros de la Unión Europea destinada a pequeñas empresas.
A pesar de la actual coyuntura, Babis mantiene su popularidad gracias a su mensaje a favor de impulsar la voz de la República Checa en la Unión Europea, la digitalización del Gobierno y una rebaja de los impuestos.
El primer ministro checo ha dicho que la investigación de la Policía, que también afecta a su mujer y a sus hijos, es una maniobra de sus rivales para sacarlo de la escena política.
"Los ciudadanos no son estúpidos y saben que esto es un tema político", ha afirmado Babis, en una rueda de prensa. "Esto es una maniobra organizada por la mafia que ha estado robando miles de millones aquí desde hace mucho tiempo y está claro que yo les molesto", ha subrayado Babis.
La situación política no ha tenido por ahora impacto en la economía checa, que sigue creciendo de forma significativa, con un aumento de los salarios y una bajada del desempleo. Babis fue imputado antes de las elecciones legislativas pero logró la inmunidad al conseguir su escaño.
Su partido, ANO, y la formación de extrema derecha SPD han pedido información adicional sobre su caso, por lo que no está claro si el Parlamento le retirará la inmunidad a Babis y al 'número dos' de su formación, Jaroslav Faltynek, que también está siendo investigado por los mismos hechos y que niega haber cometido irregularidades.
Los dos líderes políticos han declarado este martes que van a pedir que se les retire la inmunidad y la comisión parlamentaria encargada de esa tarea ha aprobado recomendar que el plenario adopte esa decisión, en una votación que podría realizarse en las próximas horas o durante esta semana.
La investigación sobre Babis es la principal razón esgrimida por los otros ocho partidos con representación parlamentaria que se han negado a sumarse a la coalición con ANO, que tiene 78 de los 200 escaños de la Cámara Baja, y que rechazan apoyar su Ejecutivo en minoría.
Si pierde una moción de confianza, Babis quedaría a expensas de otra ronda de conversaciones para tratar de formar un nuevo ejecutivo. Debido al número de escaños, es poco probable que se forme un gobierno que no incluya a esta formación, creada en 2011 como movimiento de protesta contra la corrupción e integrada por varios ejecutivos de las empresas del grupo liderado por Babis, Agrofert. El primer ministro traspasó el grupo empresarial a un trust en 2017.
Varios partidos temen que la situación acabe derivando en la convocatoria de unas elecciones legislativas anticipadas y algunas de las formaciones han dicho que estarían dispuestas a entrar en una segunda ronda de conversaciones.
El presidente checo, Milos Zeman, que es el encargado de designar al primer ministro, ha dicho que va a dar a Babis otra oportunidad pero ha añadido que quiere saber si tendrá la mayoría necesaria en el Parlamento.
La situación podría complicarse aún más con la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que se celebrará la próxima semana, en la que Zeman se enfrentará al académico Jiri Drahos, quien ya ha dejado claro que no nombrará a un primer ministro que esté afrontando cargos penales.
Si Zeman pierde los comicios, abandonará el cargo el 7 de marzo, lo que llevaría a Babis a tratar de encontrar una solución para sacar su gobierno adelante con Zeman todavía de mandatario.