SANTIAGO 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, ha promulgado este lunes el proyecto de ley que deroga el sistema electoral heredado de la dictadura del general Augusto Pinochet, en lo que ha considerado el primer paso para "devolver el poder a los ciudadanos".
Bachelet ha puesto en marcha el proyecto de ley que los senadores chilenos aprobaron el pasado 14 de enero, después de 19 horas de intenso debate sobre cada artículo de las 76 páginas del borrador sobre la reforma electoral.
La ceremonia para que la líder izquierdista rubricara el texto emanado del Congreso ha estado envuelta en una gran solemnidad. El escenario ha sido el Patio de los Naranjos del Palacio de La Moneda y han asistido hasta 300 invitados.
"Hoy es un gran día para la democracia (...) Devolvemos a cada ciudadano el poder real de su voto, dignificamos el sufragio y el principio de igualdad entre sufragios", ha dicho, según ha informado el Gobierno en un comunicado.
Bachelet ha lamentado que Chile haya tenido que esperar "un cuarto de siglo para este momento". "Tras 25 años, nuestra patria acaba formalmente con el sistema binominal. Tras 25 años quitamos el cerrojo que distorsionaba la voluntad de las personas", ha destacado.
"Tras una larga lucha, encarnada en diversas voces y mandatos, hoy, finalmente, queda atrás un sistema que no reflejaba lo que somos, ni tampoco nos permitía definir soberanamente lo que anhelábamos como sociedad", ha subrayado.
La jefa de Estado ha valorado que, pese a la tardanza, "la democracia haya hecho posible derrotar aquello que la dictadura quiso hacer eterno", rompiendo así "con una herencia que ahogaba la vida republicana".
"Hemos reafirmado un principio básico de la democracia: los avances de nuestra patria no pueden ser definidos a partir de distorsiones espurias de la representación, sino por la voluntad soberana de millones de ciudadanos", ha defendido.
"RECAMBIO GENERACIONAL"
Bachelet ha explicado que el nuevo sistema electoral de Chile "está apostando, además, por el recambio generacional, por la inclusión, por bajar las barreras de entrada al quehacer legislativo para los partidos políticos más pequeños o más jóvenes".
"También con este sistema estamos apostando por una mejor o más justa representación para cada región: para las más pobladas, que quedaban subrepresentadas en el Congreso, y para las menos pobladas, que tendrán un mínimo de tres diputados", ha apuntado.
A este respecto, ha considerado que "tener más parlamentarios no es un triunfo para la burocracia, sino para todo el pueblo chileno". "Es un triunfo para la representación de cada uno de nuestros territorios y nuestros compatriotas. Es la clave para que nuestro Parlamento sea expresión nítida de las fuerzas ciudadanas", ha enfatizado.
Bachelet ha insistido en que esta reforma electoral es la respuesta del Gobierno a "una ciudadanía que quiere que sus anhelos estén legítimamente representados en los más altos quehaceres del Estado". "Ese es, precisamente, el camino que estamos andando", ha recalcado.
SISTEMA PROPORCIONAL
Con el sistema binominal se elegían dos escaños por circunscripción y para conseguir ambos una lista debía obtener al menos el 66,6 por ciento de los votos, lo que 'de facto' expulsó a los partidos políticos minoritarios y a los independientes del arco parlamentario.
La cámara alta optó por la ley D'Hont, un sistema proporcional moderado que abrirá las puertas del Congreso a los partidos políticos que se sitúan fuera de los dos grandes bloques: la Nueva Mayoría de izquierda y la Alianza de derecha.
Además, con la reforma electoral el número de diputados y senadores aumentarán a 155 y 50, respectivamente, mientras que las circunscripciones para la cámara baja se reducirán de 60 a 28 y para la cámara alta cada región constituirá una circunscripción.
El borrador del Gobierno implica también un sistema de cuotas por el cual el número de candidatos y candidatas no podrá superar el 60 por ciento del total de las presentadas por los distintos partidos políticos.