MADRID, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michele Bachelet, ha alertado este martes de que Birmania ha pasado de "una crisis política a una catástrofe multidimensional de Derechos Humanos" con perspectivas "devastadoras" que plantean la posibilidad de un "fracaso estatal o una guerra civil más amplia".
En una declaración frente al Consejo de Derechos Humanos, Bachelet ha criticado que lo que comenzó como un golpe se ha convertido en "un ataque contra la población civil", cada vez más "generalizado y sistemático" que ya deja casi 900 muertos en el marco de las protestas y unos 200.000 desplazados como consecuencia de la violencia.
La asonada militar ha exacerbado algunos de los conflictos "de larga duración" en las zonas fronterizas, mientras que ha agravado "el ya desastroso impacto de COVID-19", algo que ha supuesto que más de seis millones de personas tengan "una gran necesidad de ayuda alimentaria", mientras que la ONU pronostica que casi la mitad de la población de Birmania podría verse forzada a la pobreza a principios de 2022.
"A pesar de estos niveles de represión, el liderazgo militar no ha logrado con éxito el control de Birmania ni el reconocimiento internacional que busca. Por el contrario, sus tácticas brutales han desencadenado un levantamiento nacional que ha cambiado la ecuación política", ha criticado la Alta Comisionada.
Mientras, las protestas pacíficas continúan por todo el país, y en este sentido Bachelet ha alabado "la increíble capacidad de recuperación", aunque ya se han presentado casos de grupos de población civil armada que han formado grupos de autoprotección, que han lanzado ataques a los que las fuerzas de seguridad han respondido con "una fuerza desproporcionada".
La grave situación de el país está creando "un claro potencial de inseguridad masiva, con consecuencias para la región", por lo que ha pedido a la comunidad internacional permanecer "unida para presionar al Ejército" para que se detengan los ataques y se vuelva a la democracia.
Además, es "esencial" que la junta militar y la sociedad civil democrática participen en cualquier proceso político para "salir de esta crisis y promover un nuevo futuro para Birmania".