Resalta la existencia de denuncias sobre abusos en Amhara y Afar ante los avances del TPLF
MADRID, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha pedido este miércoles el fin de la "insensata" guerra en la región etíope de Tigray (norte) y ha alertado del recrudecimiento del conflicto en las últimas semanas y el impacto del mismo sobre la población de esta región y las adyacentes Amhara y Afar.
Bachelet, que ha pedido a las partes que pongan fin a la violencia y prioricen la protección de los civiles, ha expresado su "profunda alarma" por la decisión del Gobierno de imponer el estado de emergencia ante los avances del Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF), que ha tomado dos localidades en Amhara durante los últimos días.
"Me alarma profundamente que, en un momento crítico, se haya declarado un estado de emergencia en Etiopía. Esto podría empeorar la ya muy grave situación de los Derechos Humanos en el país", ha dicho. "Mayores restricciones al acceso podrían empujar al abismo una situación humanitaria ya extremadamente difícil", ha alertado.
"Las medidas de emergencia anunciadas generan preocupaciones muy graves. Si bien el Derecho Internacional permite ciertas medidas de emergencia en respuesta a amenazas significativas a la vida de la nación, deben cumplirse requisitos estrictos y los derechos clave no pueden ser limitados en absoluto", ha argumentado.
Así, ha resaltado que "existe el grave riesgo de que, lejos de estabilizar la situación, estas medidas extremadamente amplias, que incluyen poderes amplios para arrestos y detenciones, profundicen las divisiones, pongan en peligro a la sociedad civil y los defensores de los Derechos Humanos, provoquen un mayor conflicto y sólo supongan un mayor sufrimiento humano, que está ya a niveles inaceptables".
Bachelet ha recordado que durante los últimos días se han registrado bombardeos por parte del Ejército contra la capital de Tigray, Mekelle, así como avances del TPLF en Amhara tras la toma de Dessie y Kombolcha, lo que se ha visto seguido de denuncias sobre graves violaciones de los Derechos Humanos.
"Nadie está ganando esta guerra insensata, que está afectando cada vez a más partes del país. Cada día más gente sufre y muere", ha lamentado Bachelet, quien ha resaltado la "terrible carga" sufrida por los civiles a causa del conflicto.
En este sentido, ha resaltado las conclusiones del informe publicado por su oficina y la Comisión de Etiopía para los Derechos Humanos (EHRC), que ha apuntado a "motivos razonables" para creer que todas las partes implicadas en el conflicto han cometido violaciones de los Derechos Humanos, algunos de los cuales podrían equivaler a crímenes de guerra y contra la humanidad.
El informe cubre el periodo desde el 3 de noviembre de 2020, cuando el TPLF lanzó un ataque contra la principal base del Ejército de Etiopía en Mekelle, lo que desencadenó una ofensiva militar un día después, y el 28 de junio, cuando el Gobierno decretó un alto el fuego que no fue aceptado por el grupo tigriña.
"Tememos que esas terribles violaciones y abusos continúan, según las informaciones consistentes que se están publicando", ha dicho Bachelet, quien ha apuntado que "si bien la mayoría de las violaciones documentadas entre noviembre de 2020 y junio de 2021 parecen haber sido cometidas por fuerzas etíopes y eritreas, se ha registrado desde entonces un creciente número de denuncias de abusos de los Derechos Humanos por parte de las fuerzas tigriñas, así como violaciones reiteradas del Ejército etíope y las Fuerzas Armadas eritreas".
"Los últimos informes sobre asesinatos y ataques indiscriminados subrayan la necesidad de investigaciones adecuadas y rendición de cuentas por lo que ha sucedido en Etiopía durante el último año que, por desgracia, tiene pocos vistos de reducirse", ha argumentado.
En este sentido, ha incidido en que si no hay procesos nacionales de rendición de cuentas habría que poner en marcha un mecanismo internacional de investigación. Tras la publicación del informe, el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, ha prometido crear una comisión ministerial de alto nivel para investigar las denuncias, hacer rendir cuentas a los responsables y compensar a las víctimas.
"Mientras millones de personas hacen frente a la inseguridad alimentaria e incluso la amenaza del hambre, las restricciones al acceso a las agencias humanitarias son profundamente preocupantes. Pido a las partes que garanticen el acceso seguro y regular de la ayuda humanitaria de la que dependen millones de personas", ha subrayado.
Asimismo, ha reiterado la necesidad "urgente" de un diálogo político "inclusivo", una reducción de las tensiones, la protección de los civiles y un proceso para encontrar soluciones pacíficas a las disputas subyacentes entre las partes implicadas en el conflicto.
DENUNCIAS DE ABUSOS DESDE EL ALTO EL FUEGO
En otro orden de cosas, la oficina de Bachelet ha destacado que desde la declaración el 28 de junio de un alto el fuego unilateral por parte del Gobierno etíope --fecha del fin de las investigaciones del JIT-- hasta la actualidad se han registrado nuevas denuncias sobre abusos de los Derechos Humanos en Tigray, Amhara y Afar.
Así, ha recordado que el TPLF anunció el 29 de junio, un día después del anuncio del alto el fuego, que había recuperado el control de Mekelle, tras lo que el grupo lanzó ofensivas en las adyacentes regiones de Afar y Amhara, lo que provocó el desplazamiento de población y un aumento de las necesidades humanitarias en estas zonas.
En este sentido, ha resaltado que cuenta con informaciones sobre bombardeos y ataques con artillería indiscriminados por parte del Ejército etíope en Mekelle y sus alrededores durante las últimas semanas, después de que Abiy ordenara una nueva ofensiva tras jurar el cargo para un segundo mandato.
Asimismo, ha apuntado a informes sobre detenciones y malos tratos a sospechosos acusados de asesinato o lazos con el Gobierno central o las autoridades de Amhara por parte de las fuerzas tigriñas. Entre los detenidos hay cerca de 5.700 militares, 80 empleados civiles de las Fuerzas Armadas y dos niños, mientras que nueve personas han muerto bajo custodia por falta de atención médica.
La oficina de Bachelet ha indicado que hay denuncias sobre la detención de civiles tigriña por parte de las fuerzas especiales de Amhara y la milicia fano, mientras que varios refugiados llegados recientemente a Sudán han denunciado la existencia de un sistema organizado para detener a civiles en la zona occidental de Tigray.
VIOLACIONES EN AMHARA Y AFAR
En Amhara existen informes sobre avances del TPLF en la zona de Wollo Sur, donde se encuentran Dessie y Kombolcha, con informaciones sobre ejecuciones en esta última localidad.
El Gobierno etíope acusó al TPLF de haber masacrado a más de cien personas tras hacerse con la ciudad durante la jornada del domingo. En este sentido, la oficina de Bachelet ha resaltado que entre el 5 y el 6 de septiembre cerca de 205 civiles fueron ejecutados por miembros del TPLF en la ciudad
Por otra parte, ha apuntado a denuncias sobre violencia sexual y de género, con al menos 19 mujeres y trece niñas violadas por supuestos miembros del TPLF en Gondar Norte entre el 4 y el 9 de septiembre, en el marco de sus avances en la zona.
Respecto a la situación en Afar, la oficina de Bachelet ha resaltado que el TPLF entró en la región el 16 de julio y se retiró el 8 de septiembre, con informes sobre la muerte de cientos de civiles a manos del grupo entre los meses de julio y agosto.
Entre estos casos figura la muerte el 5 de agosto de más de 200 civiles, la mitad de ellos niños, en una instalación médica y una escuela del distrito de Gulina que fueron alcanzadas por un ataque con artillería en medio de los avances del TPLF hacia esta localidad.