Bachelet reconoce que no goza de "confianza" pero asegura que está "buscando soluciones" para Chile

SANTIAGO 20 Ago. (EUROPA PRESS) -

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, ha reconocido este viernes que su Gobierno no goza de "confianza", después de publicarse varios sondeos que indican que la mandataria registra niveles de popularidad muy bajos --según el último, el de CEP, el peor nivel de la democracia chilena--, pero ha indicado que está "buscando soluciones" para los problemas de Chile.

"Vamos a seguir trabajando para cumplir los compromisos que tomamos con los chilenos y chilenas cuando fuimos elegidos", ha señalado la presidenta, según declaraciones recogidas por el diario 'La Tercera'. Bachelet, que ha hecho un repaso por las reformas que ha aprobado su Ejecutivo, ha recordado que tanto ella como sus ministros harán "lo que corresponde hacer" para que las "promesas y los compromisos no sean palabras que se dan al viento".

Así, la presidenta ha admitido que "naturalmente, no hay confianza", pero ha advertido de que Chile cuenta "hoy día" con "un marco legal que va a permitir que cualquier intento de corrupción o de colusión, por ejemplo, sea sancionado drásticamente".

"Y así se resuelven los problemas, no quejándose sino que ocupándose de ellos y buscando la solución", ha indicado la presidenta, que ha explicado su baja popularidad indicando que los "proyectos de ley que se discuten en el Parlamento" no son cosas que la gente pueda ver, "pero están ahí y se van a aplicar como corresponde".

El último sondeo del Centro de Estudios Públicos (CEP) sitúa el apoyo a la inquilina de La Moneda en el 15 por ciento, el peor nivel de aprobación popular tras la restauración democrática.

"El 15 por ciento de aprobación es el nivel más bajo que ha obtenido un Gobierno desde el retorno a la democracia y el 66 por ciento, el nivel de rechazo más alto", ha explicado Ricardo González, coordinador de Opinión Pública del CEP.

El portavoz del Gobierno, Marcelo Díaz, ha atribuido estos bajos niveles de popularidad al "ruido político" generado por la oposición, subrayando que el sondeo del CEP refleja una desafección ciudadana que nos es buena "para nadie".