MADRID, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Bahréin ha asegurado este domingo que la primera ronda de las elecciones parlamentarias celebradas en la víspera han registrado una participación sin precedentes en dos décadas y han transcurrido con normalidad, en medio de las críticas de las ONG por la restricción ejercida por las autoridades contra los movimientos opositores y tras un par de ataques informáticos contra instituciones públicas.
El 73 por ciento de participación es el más alto desde 2002 y es seis puntos más alto que los comicios de 2008 en unas elecciones, según el ministro de Justicia, Nawaf bin Mohamed al Mawda, "exitosas, sin incidentes y objetivas", en rueda de prensa recogida por la agencia de noticias oficial del reino, BNA.
Este año, Bahréin ha registrado un número sin precedentes de candidatos, con 561 y 176 participantes, respectivamente, a 40 y 30 escaños para la cámara baja del Parlamento y los consejos municipales, respectivamente; un 20 por ciento en comparación con 2018.
Expertos de DPA destacan la elevada participación de jóvenes candidatos, que sin embargo son completamente leales a la monarquía, si bien el aumento general del número de votantes deja entrever los comienzos de un cambio generacional en el electorado.
De todas formas, ONG como Amnistía Internacional recuerdan la atmósfera de represión que se respira en el país, donde al menos 12 presos de conciencia, incluidos los líderes de las protestas de 2011 así como Alí Salmán, máximo responsable del principal partido de oposición del país, Wefaq, "languidecen actualmente en prisión".
Entre 2012 y 2017, las autoridades también ilegalizaron a Amal, un partido de oposición que había competido con Wefaq por el voto chií, y al partido de oposición no sectario Wad.
A pesar de que las elecciones han ocurrido sin incidentes, el Ministerio del Interior informó este sábado de ataques informáticos contra varias páginas web, entre ellas la del Parlamento o la propia agencia BNA, para "obstruir las elecciones y difundir noticias negativas", informa DPA.
De momento no se tiene constancia de quién es el responsable del ataque, pero un grupo previamente desconocido llamado Al Toufan (La Inundación) ha señalado en un comunicado que el ataque fue una respuesta a los intentos del "régimen gobernante" de violar los derechos de las personas.
DPA no ha podido verificar la autenticidad de la declaración de forma independiente.