Actualizado: miércoles, 15 julio 2015 17:38

DUBAI 15 Jul. (Reuters/EP) -

El Gobierno de Bahréin se ha defendido este miércoles de las críticas de Estados Unidos sobre el tratamiento de las monarquías del Golfo a los representantes de la oposición, asegurando que todas sus acciones siguen el debido proceso legal.

Este martes el Departamento de Estado dijo que el arresto de Ibrahim Sharif, la persecución de Majid Milad y los informes sobre un caso en contra de Ali Salman, el líder del principal grupo opositor de Bahréin, han sido reabiertos, "levantando serias preocupaciones sobre las restricciones de la libertad de expresión".

En respuesta, el Ministerio de Exteriores de Bahréin ha dicho en un comunicado que los individuos fueron detenidos basándose en actos criminales no por motivos políticos. "El Gobierno de Bahréin no tolerará incitación a la violencia ya que su deber es proteger a los ciudadanos, tanto residentes como visitantes", ha añadido.

La oposición ha dicho que el Gobierno, respaldado por su aliado suní Arabia Saudí, está tratando de recortar la libertad de expresión al detener, perseguir y encarcelar a disidentes políticos pacíficos. Mientras que la monarquía acusa a la oposición de provocar protestas violentas y de estar vinculada con su enemigo chií Irán, lo que niegan tanto los opositores como Teherán.

La agencia de noticias oficial BNA dijo el lunes que Nabil Rajab, un destacado disidente, había sido liberado tras una pena de cárcel de seis meses impuesta en mayo por insultar a las autoridades. Se ha referido a razones de salud para la liberación.

Bahréin, que alberga la Quinta Flota de Estados Unidos, ha vivido disturbios esporádicos desde 2011 cuando sus fuerzas de seguridad reprimieron las protestas masivas que pedían democracia en el país, que es de mayoría chií pero está gobernando por suníes.

El año pasado el Ejecutivo de Bahréin le negó la entrada al país a un miembro del Congreso de Estados Unidos que quería reunirse con los representantes de la oposición, y expulsó al secretario de Estado adjunto para Democracia, Derechos Humanos y Trabajo, Tom Malinowski, por encontrarse con Ali Salman.

El rey Hamad de Bahréin no asistió a la cumbre entre el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y los líderes del Golfo en Camp David en mayo, eligiendo en lugar de eso enviar a su príncipe heredero mientras iba a un espectáculo de caballos con la reina Isabel II de Reino Unido.

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