MADRID, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Bahréin ha rechazado este martes las críticas vertidas por Estados Unidos tras las últimas detenciones de opositores en el país, recalcando que los detenidos "lo están por actos criminales, no por sus opiniones políticas".
El Ministerio del Interior ha recalcado que "la libertad de expresión es un derecho fundamental (...) pero el Gobierno no tolerará la incitación a la violencia", según ha informado la agencia estatal bahreiní de noticias, BNA.
Estados Unidos anunció a finales de junio su decisión de Estados Unidos de poner fin a las limitaciones en su ayuda a nivel de seguridad a Bahréin introducidas en 2011 a consecuencia de la represión de las manifestaciones prodemocráticas en el país árabe.
El Departamento de Estado resaltó que la decisión había sido tomada pese a que "la situación de los Derechos Humanos en Bahréin no es la adecuada". Así, apuntó que "es importante reconocer que el Gobierno ha hecho algunos progresos significativos en la reforma de los Derechos Humanos y la reconciliación".
"Pese al fin de estas limitaciones, continuaremos presionando a Bahréin en torno a nuestras preocupaciones sobre los Derechos Humanos. Como hemos dicho muchas veces, tanto en público como en privado, los progresos en este asunto fortalecen la seguridad y la estabilidad de Bahréin y la región", remachó.
LAS ÚLTIMAS DETENCIONES
El ministerio anunció el domingo que Ibrahim Sharif, antiguo líder del partido laico Sociedad Nacional de Acción Democrática (Al Waad, por sus nombre en árabe), por incitar al derrocamiento del Gobierno y promover el "odio al régimen" en un discurso el 10 de julio.
Sharif había sido liberado por un indulto real el 19 de junio después de más de cuatro años en prisión por su papel en unas revueltas para exigir reformas en la monarquía del golfo Pérsico.
El Departamento de Estado norteamericano ha asegurado que el arresto de Sharif, la detención y persecución del opositor Mayid Milad y los informes sobre la reapertura del caso contra Alí Salman, secretario general del partido Al Wefaq, "aumentan las preocupaciones sobre la restricción de la libertad de expresión en Bahréin".
En un comunicado, el portavoz del departamento, John Kirby, ha manifestado que Estados Unidos valoró de forma positiva la liberación del activista por los Derechos Humanos Nabil Rayab, pero ha vuelto a instar al Gobierno a respetar la libertad de expresión.
Rayab fue liberado el lunes gracias a un perdón especial concedido por el rey de Bahréin, Hamad bin Isa al Jalifa, por motivos de salud. El activista, presidente del Centro de Bahréin por los Derechos Humanos (BCHR), fue arrestado el 2 de abril por la publicación de varios 'tuits' denunciando la existencia de torturas en una de las principales prisiones del país.
CONTEXTO POLÍTICO
El emirato, aliado de Estados Unidos y las monarquías del Golfo, ha reprimido violentamente durante los dos últimos años las protestas pro democráticas en el territorio. En dicho contexto, impuso la Ley de Seguridad Nacional en marzo de 2011, lo que conllevó la entrada de tropas saudíes y emiratíes en el país para aplastar las protestas.
La oposición ha denunciado en reiteradas ocasiones las medidas violentas utilizadas por las fuerzas de seguridad y ha afirmado que han fallecido más de 80 personas desde el inicio de las protestas, la mayoría de ellas por inhalación de gases lacrimógenos y atropellos de vehículos policiales.
Asimismo, desde el inicio de la represión de las autoridades contra los manifestantes, ONG internacionales como Amnistía Internacional (AI), Human Rights Watch (HRW) o Reporteros Sin Fronteras (RSF) han emitido múltiples comunicados para denunciar la situación de Derechos Humanos en el país y pedir a la comunidad internacional una postura activa de presión sobre el Ejecutivo.