Posters del opositor de Baréim Alí Salman
HAMAD I MOHAMMED / REUTERS
Actualizado: lunes, 18 julio 2016 19:57


DUBAI, 18 Jul. (Reuters/EP) -

Bahréin ha tildado de "interferencia inaceptable" las declaraciones que han hecho las autoridades de Estados Unidos y Reino Unido criticando la decisión del Gobierno bahreiní de disolver el principal partido chií de la oposición, en medio de una campaña de represión contra la disidencia política en el país.

Bahréin ha calificado de "justa" y "transparente" la decisión de la Justicia bahreiní de ordenar la disolución del principal partido opositor, Wefaq, al que ha acusado de fomentar la violencia y el terrorismo, según ha informado la agencia de noticias estatal, la BNA.

"Bahréin expresa su gran pesar ante las declaraciones del ministro de Exteriores de Reino Unido y del Departamento de Estado norteamericano y considera que son una interferencia inaceptable en sus asuntos internos", ha informado BNA, dirigida por el Ministerio de Información del Gobierno bahreiní.

Bahréin lleva años siendo un importante aliado militar de Estado Unidos en el golfo Pérsico, y es la sede de la Quinta Flota de la Armada estadounidense, encargada de las fuerzas navales del mar Arábigo, el Golfo Pérsico y el mar Rojo, entre otros.

Reino Unido, también aliado de Bahréin, expresó este domingo su "profunda preocupación" ante la decisión del tribunal de disolver Wefaq. El nuevo ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, ha urgido a las autoridades bahreiníes a garantizar las libertades democráticas y políticas de todos sus ciudadanos.

El Departamento de Estado norteamericano ha declarado que las últimas medidas llevabas a cabo por el Gobierno de Bahréin para "suprimir a la oposición pacífica" han minado de manera notable la estabilidad en el país y en la región. Al mismo tiempo, las autoridades estadounidenses han dicho que la represión del Gobierno bahreiní ha debilitado sus relaciones con su aliado militar en el golfo Pérsico.

Bahréin, por su parte, ha respondido que tendrá en cuenta los deseos y voluntades de sus aliados para preservar su "relación histórica" con ellos.

La inmensa mayoría de la población del pequeño país insular del golfo Pérsico es chií, pero su Gobierno es suní, liderado por la familia Al Jalifa. Muchas monarquías suníes del golfo Pérsico, como Arabia Saudí, consideran a Bahréin como un freno contra la influencia chií de Irán.

LA CRISIS EN BAHRÉIN

Bahréin ha reprimido violentamente las protestas prodemocráticas registradas en su territorio desde 2011. En dicho contexto, impuso la Ley de Seguridad Nacional en marzo de 2011, lo que conllevó la entrada de tropas saudíes y emiratíes en el país para aplastar las protestas.

La oposición ha denunciado en reiteradas ocasiones las medidas violentas utilizadas por las fuerzas de seguridad y ha afirmado que han fallecido más de 80 personas desde el inicio de las protestas, la mayoría de ellas por inhalación de gases lacrimógenos y atropellos de vehículos policiales.

Desde el comienzo de las manifestaciones, cientos de personas han sido condenadas a penas de cárcel por su presunta pertenencia a organizaciones terroristas, así como por participar en manifestaciones o disturbios.

Bahréin también fue criticado a nivel internacional el pasado junio, cuando decidió retirar la nacionalidad bahreiní al principal líder chií de la oposición, el ayatolá Isa Qassim. Pocos días después, arrestó a un conocido activista por los Derechos Humanos, Nabeel Rayab, por una serie de tuits en los que criticaba el uso de la fuerza por parte de las autoridades.

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