EL CAIRO, 18 Oct. (Reuters/EP) -
Las primera jornada de la primera fase de las elecciones legislativas se ha saldado con una baja participación pese a la importancia de unas elecciones legislativas para elegir al primer parlamento tras el golpe de Estado que derrocó al presidente islamista Mohamed Mursi en julio de 2013.
Entre los participantes este domingo abundaban los mayores, seguidores del presidente Abdelfatá al Sisi, máximo responsable del Ejército durante el golpe de Estado militar.
Tras la asonada se puso en marcha una amplia represión que anuló a los principales competidores políticos de Al Sisi, en particular a los Hermanos Musulmanes, el grupo al que pertenecía Mursi, pero también se ha perseguido a los activistas que impulsaron en 2011 la caída del régimen autoritario de Hosni Mubarak.
Los colegios electorales estaban medio vacíos, especialmente si se compara con las largas colas que se formaron en las últimas elecciones, en 2012, según han informado corresponsales de Reuters.
"No importa. Es solo un espectáculo para demostrar que somos una democracia y tenemos elecciones y bla bla bla", ha argumentado Ahmed Mostafa, de 25 años, quien se niega a votar. "La mayoría de la gente de nuestra generación se siente igual: todo esto es solo una comedia", a insistido.
Ahmed Ibrahim, de 34 años, comparte esta opinión. "La juventud de Egipto, neustra ambición en 2011, quería construir el país, pero de repente nos la han robado. El 99 por ciento de mis amigos no van a votar", ha explicado.
En uno de los centros de votación del barrio obrero de Gezirat al Dahab, en El Cairo, uno de los jueces ha revelado que solo un 10 por ciento de los censados han participado.
"Las elecciones son una farsa. No creo que nadie en Egipto se las tome en serio", ha señalado un responsable del grupo Hermanos Musulmanes, Wafaa Hefni, en declaraciones a Reuters.
La seguridad era especialmente visible durante la jornada, mientras que furgones con altavoces emitían canciones patrióticas y militares. La mayoría de los votantes eran de edad media o mayores a pesar de que la mayoría de la población tiene menos de 25 años.
El Parlamento, un órgano unicameral, está formado por 568 asientos, 448 elegidos en candidaturas individuales y 120 mediante listas en las que la más votada en cada una de las cuatro circunscripciones obtiene toda la representación. Además, hay cuotas por distrito para mujeres, cristianos y jóvenes y el presidente nombra a un 5 por ciento de los diputados. No se esperan resultados hasta diciembre.
Los favoritos son la coalición Por el Amor de Egipto, una formación que incluye a partidos y políticos afines a Al Sisi. La coalición de partidos socialistas se ha retirado del proceso, mientras que el Partido Nur, islamista y segundo en las últimas elecciones, también concurre, aunque ha perdido gran parte del apoyo por respaldar el golpe de Estado contra Mursi.