ASJABAD, 13 Jun. (Reuters/EP) -
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha advertido este sábado de que la imposición de medidas restrictivas en Derechos Humanos en la zona de Asia Central podría favorecer ideologías extremistas.
"Coartar las libertades puede crear una ilusión de estabilidad a corto plazo. Las cosas pueden parecer calmadas en la superficie", ha sostenido Ban en su discurso. "Puede que no haya protestas en las calles, pero la negación de la libertad de expresión lleva a una incubación subterránea y al final a un caldo de cultivo para ideologías extremistas", ha añadido.
Ban ha elegido Turkmenistán, considerado por grupos de derechos humanos como uno de los regímenes más despóticos y aislados, para entregar un mensaje a la región de Asia Central de la que también forman parte Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán. Todas estas exrepúblicas soviéticas son de mayoría musulmana.
Estos regímenes han sido muy criticados por Occidente y organizaciones de Derechos Humanos debido al negativo historial que posee en torno a las libertades básicas, disputas étnicas, independencia judicial y a la falta de instituciones responsables.
El mandatario, que ha hablado con algunos estudiantes en Asjabad, la capital de Turkmenistán, se ha mostrado impresionado ante el crecimiento económico registrado en la región desde su última visita hace cinco años. "También he oído que hay problemas por el deterioro de algunos aspectos relacionados con los Derechos Humanos, una reducción del espacio democrático", ha afirmado.
"El fracaso en el respeto de los Derechos Humanos, en la construcción de instituciones responsables, en la promoción de la participación política y en la garantía de oportunidades para todos, genera grietas", ha expresado Ban. "La mayor grieta es la aparición de la violencia extremista. Veo que este fenómeno se incrementa en la región y me preocupa enormemente", ha añadido.
REPRESIÓN EN ASIA CENTRAL
Las principales autoridades de la región, que cooperan militarmente con Rusia y Occidente, justifican sus estrictos métodos con la necesidad de prevenir la aparición del Islam radical y evitar amenazas a la seguridad procedentes de los talibán y el Estado Islámico.
En una reunión con el presidente turkmeno, Kurbanguli Berdimujamedov, el secretario general ha expresado su deseo de que los observadores independientes tengan acceso a los lugares de detención.
En Uzbekistán, el país con mayor población de la región, Ban ha instado al presidente Islam Karimov a eliminar los trabajos forzados en campos de algodón y a mejorar el trato a los prisioneros.
El jueves, Ban pidió a Kirgizistán que impulse una investigación imparcial sobre el conflicto étnico en las que murieron unas 400 personas hace cinco años y todavía divide a la nación.