MADRID, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha condenado este jueves el bombardeo ejecutado el miércoles contra un hospital en la localidad siria de Alepo (norte), que se ha saldado con la muerte de al menos 20 personas.
En su comunicado, Ban ha expresado sus "profundas condolencias" a las familias de las víctimas y ha repudiado "los disparos indiscriminados por parte de las fuerzas gubernamentales y los grupos opositores".
"Los ataques contra civiles son violaciones inexcusables de los Derechos Humanos y del Derecho Humanitario", ha dicho, recalcando que "los responsables deben rendir cuentas por estos crímenes".
Asimismo, ha vuelto a reclamar a las partes en conflicto que "renueven inmediatamente su compromiso con el cese de hostilidades", solicitando a Estados Unidos y Rusia que presionen a los implicados para que pongan fin a los combates.
Horas antes, el enviado especial de Naciones Unidas a Siria, Staffan de Mistura, ha descartado que el bombardeo contra un hospital de Alepo fuera un "error" y ha sostenido que se trata de un crimen de guerra, aunque no se ha aventurado a señalar la autoría.
En una entrevista concedida a la cadena Al Hadath, vinculada a Al Arabiya, el diplomático europeo ha indicado que el ataque aéreo al Hospital de Al Quds "parece deliberado", descartando por completo que pueda tratarse de un "error".
El hospital de Al Quds, apoyado por Médicos Sin Fronteras (MSF) y el Comité Internacional de Cruz Roja (CICR), fue bombardeado el miércoles a última hora. Según MSF, murieron al menos 20 personas, aunque el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ha elevado a 27 el número de fallecidos.
Ninguna de las partes en conflicto ha asumido la responsabilidad de este ataque, si bien los activistas locales han señalado como culpable al régimen de Bashar al Assad, que seguiría bombardeando la zona con el apoyo de la Fuerza Aérea rusa.