MADRID, 28 Ene. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha resaltado este miércoles que "nada justifica el terrorismo", un día después de que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, le acusara de "impulsar" el terrorismo con sus declaraciones sobre la ocupación israelí.
Netanyahu acusó a Ban de "dar viento de cola" al terrorismo, después de que éste afirmara que "es parte de la naturaleza humana reaccionar a la ocupación". Asimismo, el primer ministro afirmó que "no hay justificación para el terrorismo".
"El secretario general rechaza el lenguaje que la acusa de 'dar viento de cola al terrorismo'. Todo el mundo es libre de elegir lo que le guste o no le guste de sus discurso, las palabras pueden seguir siendo manipuladas, pero la grave realidad, no (puede ser manipulada)", ha dicho su portavoz, Stephane Dujarric.
En este sentido, Ban ha insistido en que comprende por qué los palestinos están perdiendo la esperanza en la paz, recordando los 50 años de ocupación y la falta de cumplimiento de los Acuerdos de Oslo, firmados en 1993.
Así, ha recalcado que los asentamientos israelíes en Cisjordania y Jerusalén Este "son ilegales, violan las leyes internacionales y amenazan con destruir la solución de dos estados".
Por ello, ha reclamado al Gobierno israelí que cumpla los acuerdos previos, mejore la vida de los palestinos y fortalezca las instituciones para optimizar la estabilidad y seguridad de ambos pueblos.
Ban ha indicado además la necesidad de que los líderes palestinos se pronuncien claramente contra la incitación, mejoren la gobernanza y reconcilien la Franja de Gaza y Cisjordania bajo una autoridad legítima.
"La gente joven, especialmente, es la que está perdiendo la esperanza en la paz. Están molestos con las sofocantes políticas de ocupación. Están frustrados con las restricciones en sus vidas diarias. Observan cómo los asentamientos israelíes en Cisjordania, incluido Jerusalén Este continúan expandiéndose," ha remachado.
En la actualidad unos 550.000 judíos viven en Cisjordania y en Jerusalén Este, según el Gobierno israelí. Unos 350.000 palestinos viven en Jerusalén Este y 2,7 millones en Cisjordania.
Los palestinos quieren un Estado independiente en Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este, unas zonas que Israel capturó en la guerra que tuvo lugar en 1967. La última ronda de conversaciones de paz se rompió en el mes de abril de 2014 y la violencia entre palestinos e israelíes ha resurgido en los últimos meses.