RIAD 19 Sep. (Reuters/EP) -
El Banco Central de Yemen se trasladará de la capital, Saná, porque los huthis que controlan la ciudad lo han estado usando para financiar su guerra contra el Gobierno en el exilio, según ha comentado este lunes el gobernador del banco, Mnasser Salé al Quaiti.
El presidente en el exilio, Abdo Rabbu Mansur Hadi, nombró este domingo a Al Quaiti como nuevo gobernador del banco y ordenó que la entidad se trasladara a la ciudad de Adén, localizada en el sur del país y controlada por el Gobierno, algo que ahonda aún más la difícil situación económica y de recursos por la que pasa el país.
"Es obvio que el Banco Central Yemení en Saná ha estado financiando a los golpistas (los huthis) a costa del Gobierno y por ello ha perdido por completo su neutralidad e independencia", ha remarcado Al Quaiti en una rueda de prensa celebrada en Riad, capital de Arabia Saudí y donde se encuentra el Gobierno yemení en el exilio.
Al Quaiti, además, ha asegurado que los salarios que el Banco Central ha pagado a los huthis han reducido las reservas desde los 4.600 millones de euros en septiembre de 2014, antes del conflicto, hasta los 600 millones a finales de agosto.
Los datos presentados por Al Quaiti son notablemente inferiores a una estimación de 1.600 millones que el banco calculó en junio. De ser reales los datos del gobernador, Yemen, uno de los países más pobres del mundo, estaría al borde del colapso económico.
Varias voces diplomáticas se muestran de acuerdo en que el banco ha mantenido su imparcialidad durante la guerra civil que dura ya 18 meses. El banco supone el último pilar del sistema financiero yemení y una garantía en la importación de alimentos.
MIEDO A LA HAMBRUNA
Yemen importa el 90 por ciento de sus alimentos, por lo que la situación del banco es clave para evitar la hambruna en un país donde más de la mitad de la población sufre malnutrición. De los 28 millones de población, alrededor de 21 millones necesita alguna forma de ayuda humanitaria.
Al Quaiti ha reconocido ser consciente de las consecuencias humanitarias de mover el banco de sitio pero ha asegurado que los problemas son anteriores a la decisión del Gobierno de trasladar la entidad.
"El Banco Central ha llegado a un punto en el que ha agotado sus reservas extranjeras y ya no puede llevar a cabo sus responsabilidades", ha declarado.
Aún no se sabe si los bancos extranjeros y las instituciones financieras internacionales dejarán de llevar a cabo sus acciones con el banco de Saná, algo que el Gobierno en el exilio ha pedido.
El movimiento huthi, un grupo armado islamista de la rama chií, ocupó Saná en septiembre de 2014 y tomó la mayoría de las instituciones públicas como parte de lo que describieron como una revolución contra los funcionarios corruptos.
Cuando los combatientes huthis y sus aliados en el Ejército de Yemen avanzaron sobre Aden en marzo de 2015, Arabia Saudí lideró una coalición de países del Golfo que intervinieron en el conflicto a favor del Gobierno en el exilio, que hasta el momento era el reconocido internacionalmente hasta la creación del de unidad.
Ambas partes del conflicto decidieron no interferir en las labores del banco, como el pago de salarios en el sector público, con el objetivo de no crear una crisis económica que agravara las consecuencias del conflicto para la gente.