La agencia de la ONU había criticado la falta de garantías de seguridad y que fue marginada durante las negociaciones del acuerdo de retorno
DACCA, 25 Nov. (Reuters/EP) -
Bangladesh y Birmania han aceptado finalmente que la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) supervise la evolución del acuerdo bilateral de repatriación para los cientos de miles de rohingya que han escapado del Ejército birmano, después de las duras críticas emitidas ayer por la organización, que acusó a ambos gobiernos de haberla marginado en las negociaciones de un acuerdo que incumplía los estándares mínimos de seguridad para la población que decidiera regresar.
En virtud del acuerdo se espera que más de 600.000 rohingya comiencen a regresar a Birmania dentro de dos meses. Muchos de ellos han terminado acogidos bajo condiciones infrahumanas en la localidad bangladeshí de Cox's Bazar, escapando de la campaña militar lanzada el pasado 25 de agosto por el Ejército birmano, al que diversas ONG acusan directamente de haber perpetrado una ola de atrocidades durante la operación, iniciada en respuesta a ataques de guerrillas separatistas rohingya.
"La idea de que Birmania vaya a recibirles con los brazos abiertos después de dejar sus hogares hechos cenizas me parece risible", ha denunciado el director para refugiados de HRW, Bill Frelick, quien ha acusado a las autoridades birmanas de haber presentado, en lugar de un acuerdo en firme, nada más que "un ardid publicitario".
Del mismo modo ha opinado el portavoz de ACNUR, Adrian Edwards, que además ha asegurado desde Ginebra que la agencia de la ONU todavía no ha podido examinar los detalles del acuerdo y que "las condiciones actuales en Birmania no garantizan retornos seguros ni constantes" para los más de 620.000 desplazados rohingya que han abandonado el país desde el pasado 25 de agosto.
"Los refugiados siguen a la fuga. Muchos de ellos han sido objeto de violencia, abusos sexuales y un profundo daño psicológico. Han sido testigos de los asesinatos de sus familiares y de sus amigos. Existen todavía profundas divisiones intercomunitarias y el acceso humanitario a su hogar, el estado de Rajine, sigue siendo inexistente", ha lamentado el portavoz.
El memorándum firmado entre Birmania y Bangladesh avanza la creación de un "grupo de trabajo conjunto" en un plazo de tres semanas para preparar el retorno de los rohingya, en uno de los pocos aspectos del acuerdo que han quedado relativamente claros a las ONG, quienes todavía no saben si el pacto en sí respeta el estandar mínimo humanitario internacional, al margen de los obstáculos ya mencionados.
Amnistía Internacional se ha sumado a las críticas y ha denunciado que las autoridades han ignorado la opinión tanto de la propia ONG como de la ONU. "Nos han dejado completamente al margen", ha lamentado el director para refugiados de AI, Charmaine Mohamed, antes de avisar de que cualquier idea de retorno es, en este punto, "prematura".