DACCA, 25 May. (Reuters/EP) -
El grupo terrorista Estado Islámico está tratando de liderar una ola de radicalización religiosa en Bangladesh al atribuirse una serie de atentados cuya responsabilidad no le pertenece, según ha sostenido el ministro de Asuntos Exteriores bangladeshí, Shahriar Alam, que cree que hay evidencias suficientes de que la autoría de los ataques recae sobre grupos de milicianos locales.
Los analistas consideran que Estado Islámico podría estar buscando adeptos en países como Libia, Egipto y Bangladesh para llevar a cabo atentados ante la pérdida de territorio en Siria e Irak y el estancamiento de su financiación. Sin embargo, Alam ha indicado a Reuters de que ninguna agencia local o extranjera ha hallado indicios de presencia de los milicianos islamistas en el país.
"Las reivindicaciones de los atentados son completamente falsas", ha aclarado Alam. "Si hay algo en lo que estamos de acuerdo las autoridades de los países involucrados es en que no vamos a discutir sobre esto", ha añadido.
Los comentarios de Alam sobre los atentados se han producido tan sólo unos días después de que una delegación de la Unión Europea denunciara la existencia de una posible amenaza a los Derechos Humanos y la libertad de expresión en Bangladesh e instara a Dacca a proteger su reputación a nivel internacional.
Desde febrero de 2015, el país asiático de mayoría musulmana ha sufrido numerosos ataques en los que han muerto 26 personas, entre ellos cinco blogueros laicos, un editor y dos activistas homosexuales.
Al Qaeda ha reivindicado algunos de los atentados, mientras que Estado Islámico ha manifestado su responsabilidad respecto a 17 de los ataques desde septiembre de 2015, según el servicio de información sobre yihadismo SITE.
"Sabemos gracias al ejemplo sirio que Al Qaeda y Estado Islámico no comparten tanto territorio, lo que significa que no pueden encontrarse en la misma base", ha explicado Alam. "Lo gracioso es que ambos grupos hayan reivindicado atentados aquí", ha aseverado. El Gobierno, por su parte, ha señalado que dos grupos, Ansarulá Bangla Team y Jamat ul Muyahidin, están detrás de los ataques, efectuados como parte de una campaña para establecer la sharia en el país.
"El extremismo islamista ha ganado mucho terreno en todo el mundo", ha denunciado Alam. "La cuestión es cuán vulnerable resulta Bangladesh, que presenta un bajo nivel educativo y una gran falta de empleo. A pesar de esto, las organizaciones radicales globales y los grupos terroristas no han logrado establecer bases en el país", ha zanjado.