NUEVA YORK, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -
Steve Bannon, el asesor estratégico de la Casa Blanca, amenazó con abandonar la Adminstración Trump si se le retiraban por completo sus credenciales de seguridad y se le restringía completamente el acceso al Consejo de Seguridad Nacional después de que este miércoles se hiciera oficial su abandono del pleno de este órgano, según han informado múltiples fuentes al 'New York Times'.
Aunque Bannon, el elemento más radical del círculo íntimo de asesores de Trump, todavía tiene la potestad de acudir a las reuniones del CSN, las decisiones que toma este comité encargado de las directrices de seguridad de Estados Unidos quedan ahora en manos del general Herbert McMaster, asesor de Seguridad Nacional de Trump.
Bannon "sigue involucrado en absolutamente todo y goza del pleno respaldo del presidente Trump pero, para ser sinceros, no puede estar en todas partes a la vez", ha indicado una fuente anónima de la Casa Blanca a la agencia Reuters.
Si bien el asesor de Trump ha asegurado que su abandono es un fenómeno natural, una vez cumplida su misión de eliminar las influencias de la Administración Obama en el proceso de decisiones del CSN, las fuentes del diario neoyorquino indican que McMaster presionó directamente al núcleo moderado del círculo interno del presidente estadounidense para la salida de Bannon, considerado un "cañón suelto" al propugnar en varias ocasiones "la destrucción del estado", como autoproclamado "leninista".
Otra versión apunta a que Bannon dio por concluida su labor cuando dimitió el predecesor de McMaster, el general retirado Michael Flynn, quien está en el epicentro de la investigación sobre la Casa Blanca por supuestos contactos entre personas cercanas a Trump, Flynn entre ellas, con oficiales rusos durante la campaña electoral para inclinar la balanza a favor del entonces candidato republicano a través de una campaña de desinformación y acoso contra su rival demócrata, Hillary Clinton.
Por lo demás, la ascendencia de Bannon sobre la administración Trump permanece prácticamente intacta al bloquear, en contra de los deseos de McMaster, la salida del asesor Ezra Cohen-Watnick, antiguo protegido de Flynn, y que podría haber entregado, de manera irregular, información clasificada al presidente del Comité de Inteligencia del Senado, el republicano Devin Nunes, que ahora mismo investiga las conexiones entre Trump y Rusia.