WASHINGTON, 4 Ene. (EUROPA PRESS) -
Steve Bannon, exjefe de campaña de Donald Trump, ha reafirmado su apoyo político al presidente de Estados Unidos e incluso lo ha descrito como "un gran hombre", después de que el mandatario le acusase públicamente de "perder la cabeza" y de filtrar a los medios información falsa.
"Nada se interpondrá entre nosotros y el presidente Trump y su agenda", ha afirmado Bannon en declaraciones a la emisora del portal conservador Breitbart. "Estamos más comprometidos que nunca con esta agenda ", ha añadido quien hasta agosto era el responsable de la estrategia política de la Casa Blanca.
Bannon también se pronunció de forma similar el miércoles por la noche, durante otro programa en Breitbart en el que incluso dijo que "el presidente de Estados Unidos es un gran hombre".
Trump ha recogido el guante y, en una breve declaración ante los periodistas, se ha referido a las declaraciones de Bannon. "Anoche dijo que era un gran hombre, por lo que obviamente ha cambiado de idea muy rápidamente", ha afirmado, para acto seguido aclarar que "no habla" con él.
AMENAZA CON DENUNCIAR
Trump acusó el miércoles a su otrora asesor de "perder la cabeza" tras su cese de la Casa Blanca y de filtrar información interesada y falsa a los medios para hacer ver que tuvo una influencia de la que, según el mandatario, nunca llegó a gozar.
El libro 'Fuego y furia: Dentro de la Casa Blanca de Trump', escrito por Michael Wolff, ha terminado de consumar la ruptura entre el presidente y quien fuese su jefe de campaña, después de que Bannon tachase de "traicionera" y "poco patriota" la reunión con un abogada rusa a la que asistió en junio de 2016 el hijo mayor de Trump.
El abogado Charles J. Harder ha remitido una carta a Bannon "en nombre" de Trump en la que le avisa con acciones legales "inminentes" y le pide que ponga fin a este tipo de declaraciones, que no sólo podrían constituir difamación sino también un incumplimiento del acuerdo firmado supuestamente en campaña, según ABC News.
Los abogados de Trump intentan también impedir la difusión del libro de Wolff, convertido ahora en el centro del debate político en Estados Unidos tras las incendiarias declaraciones de Bannon.