BRUSELAS, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los negociadores jefe para el 'Brexit' de la Unión Europea, Michel Barnier, y de Reino Unido, David Davis, han arrancado este lunes la primera ronda formal de negociaciones con el reto de identificar "diferencias" y "similitudes" de ambos bandos sobre las áreas prioritarias, en especial los derechos de los ciudadanos y la factura de salida.
"Es tiempo de pasar manos a la obra y hacer de este (proceso) una negociación exitosa", ha declarado Davis a su llegada a la ronda, que se celebra en la sede de la Comisión Europea en Bruselas desde este lunes hasta el jueves.
"Espero que las negociaciones esta semana nos lleven al corazón del asunto. Necesitamos examinar y comparar nuestras respectivas posiciones, para poder hacer buenos progresos", ha resumido, por su parte, Barnier.
Ambos han aparecido juntos ante los medios a su llegada a la Comisión Europea, en donde mantendrán un almuerzo de trabajo, hasta que vuelvan a verse el jueves para "hacer balance".
Entre tanto, los equipos negociadores abordarán en distintos grupos de trabajo las áreas prioritarias: derecho de los ciudadanos, los compromisos y obligaciones presupuestarias de Reino Unido con la UE, "otros asuntos" (incluido el papel del Tribunal de Justicia de la UE) y la frontera en el Úlster.
El mes pasado tuvieron un primer encuentro que se centró en cuestiones técnicas y logísticas, dejando para esta cita el inicio de las conversaciones de fondo.
La Unión Europea, que ha publicado los documentos que resumen sus posiciones en las cuestiones clave, había avisado a Londres de que en esta ronda deberá concretar y aclarar sus 'líneas rojas'.
"Tuvimos un buen inicio el mes pasado, pero ahora tocar ir a la sustancia del asunto", ha concedido Davis.
El negociador británico ha abogado por "identificar las diferencias" para poder negociar sobre ellas y también señalar las "similitudes" para "reforzarlas" en el curso de los contactos.
En paralelo a esta ronda, también en Bruselas se celebra un consejo de Asuntos Exteriores de la UE en donde el ministro de Exteriores de Reino Unido, Boris Johnson, ha defendido que la oferta británica para el divorcio es "seria y justa".
El ministro español de Exteriores, Alfonso Dastis, por su parte, ha confiado en que las partes logren una solución "positiva" en el plazo de dos años de negociación.