BRUSELAS 7 Sep. (EUROPA PRESS) -
El negociador de la Unión Europea para el Brexit, el excomisario Michel Barnier, se ha mostrado este jueves "preocupado" por el sentido de las últimas propuestas de negociación presentadas por Reino Unido, en especial en lo que afecta a la frontera del Úlster, y ha instado a Londres a presentar con premura ideas "concretas".
"Lo que veo en los documentos de Reino Unido sobre Irlanda e Irlanda del Norte me preocupa", ha dicho en una rueda de prensa en Bruselas Barnier, quien ha acusado al Gobierno británico de querer usar el caso irlandés como "test" para las futuras relaciones entre Reino Unido y el bloque comunitario.
"Eso no va a pasar", ha zanjado el negociador comunitario, para quien la solución que se presente para esta frontera debe ser "única" para un territorio en el que la prioridad es proteger los Acuerdos de paz de Viernes Santo y salvaguardar la llamada 'zona de viaje común'.
El modelo de relación que tendrán los 27 con Reino Unido como tercer país, una vez que se culmine el Brexit, será una solución diferente a la de Irlanda y exigirá a las dos partes "ser flexibles y creativos", ha explicado Barnier.
En cualquier caso, el excomisario ha negado que las discrepancias supongan un bloqueo en las conversaciones y ha apelado a la "corresponsabilidad" para que ambas partes busquen soluciones y se evite la imposición de una "frontera dura".
A los europeos también les preocupa la falta de avances en otras prioridades como la factura de salida que Reino Unido deberá asumir por sus compromisos presupuestarios con la UE antes de abandonar el club comunitario o el hecho de que se esté agotando el tiempo para dar pasos significativos en la primera fase de la negociación.
Sobre la cuestión financiera, Barnier ha dicho que la situación "es más seria" y ha dejado claro que "no sería justo" que los compromisos "acordados a 28, los tengan que asumir 27".
"Esperamos que el Gobierno británico reexamine el análisis jurídico que presentó días atrás y que nosotros consideramos extremadamente negativo para la negociación", ha explicado.
La 'hoja de ruta' pensada por la Unión a 27 prevé una evaluación de la situación este otoño para decidir si se ha avanzado lo suficiente como para abrir la reflexión sobre la forma que deberán tener las relaciones comerciales futuras, aunque un acuerdo sobre este punto no será posible hasta acordar las condiciones del divorcio.
Sin embargo, Barnier ha alertado de nuevo, como lo hizo tras la última ronda de contactos con los británicos, de que los progresos son insuficientes y ha dicho que le preocupa que se esté agotando el tiempo.
El objetivo sigue siendo cerrar el acuerdo de desconexión en octubre de 2018 para contar con el tiempo suficiente de tramitación y aplicación del mismo, antes de que en marzo del siguiente año se dejen de aplicar los Tratados de la UE en suelo británico.
Por ello, Barnier ha declarado la disposición del bloque de "acelerar" los trabajos que sean necesarios para facilitar los avances y ha reiterado que no contempla como escenario la posibilidad de fracasar y no lograr un acuerdo. "Trabajo para lograr un acuerdo, aunque ese acuerdo no se hará debilitando el Mercado Interior, nunca. Se hará dentro de lo que somos", ha recalcado.
Barnier ha comparecido ante la prensa para anunciar la publicación de nuevos documentos de negociación, incluida la posición sobre Irlanda e Irlanda del Norte, en la que la UE aboga por proteger la frontera invisible' que permite el paso fluido entre los dos territorios y a tener en cuenta el derecho de nacimiento de la población de Irlanda del Norte a definirse como británica o irlandesa o ambas cosas.
También se han publicado argumentos para la negociación en materia de propiedad intelectual, incluidas normas para seguir protegiendo los alimentos y bebidas con Indicaciones Geográficas Protegidas, la protección de datos.