Aboga por extender la reclusión de extranjeros y limitar la concesión de visados a los países que no acepten deportaciones
MADRID, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro francés, Michel Barnier, ha planteado cambios en política migratoria en su primer discurso este martes ante la Asamblea Nacional, entre ellos extender el estatus de detención de los migrantes en situación irregular para acelerar las órdenes de expulsión.
"Es urgente sacar a la migración del 'impasse ideológico' en el que todo el mundo la ha metido", ha subrayado, agregando que este desafío debe ser tratado "con seriedad y humanidad" en vez de ser "instrumentalizado" por "controversias".
Barnier ha asegurado ante la Asamblea que Francia "no tiene un control satisfactorio" de su política migratoria ya que, pese a las más de 100.000 solicitudes de expulsión registradas cada año, hay "decenas de miles de inmigrantes irregulares" que permanecen "de forma indebida" en suelo francés, según ha recogido 'Le Parisien'.
Por este motivo, el primer ministro ha informado de que el Gobierno trabajará para lograr una tramitación más eficiente de las solicitudes de asilo y facilitará una "prórroga excepcional" de la detención de los migrantes en situación irregular para acelerar las órdenes de expulsión.
El partido conservador Los Republicanos ha presentado, de hecho, un proyecto de ley para aumentar el periodo máximo de detención de los migrantes a 135 días en lugar de los 90 fijados actualmente, según varios medios franceses.
Barnier también ha asegurado que restringirán los visados para aquellos países que se muestren reacios a acoger a sus nacionales expulsados. Sus palabras se producen en medio de la polémica muerte de una joven a las afueras de París. Según las investigaciones, el principal sospechoso sería un ciudadano marroquí detenido en Suiza sobre quien pesaba una orden de expulsión.
Tras su discurso, desde la ultraderecha han criticado que no haya propuesto medidas concretas sobre inmigración. La líder de Agrupación Nacional, Marine Le Pen, ha pedido que se trabaje en una ley que incluya las disposiciones que fueron censuradas por el Consejo Constitucional el pasado mes de diciembre.
REFORMA DE LAS PENSIONES
Barnier también ha propuesto dialogar con distintos interlocutores para llevar a cabo "ajustes razonables" de la polémica reforma de las pensiones promulgada por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, que llevó a miles de personas a las calles a protestar.
"Algunos límites de la ley aprobada el 15 de abril de 2023 pueden corregirse", ha sentenciado el primer ministro, instando además al diálogo en otra de las medidas impulsadas por Macron que quedó paralizada debido a la disolución de la Asamblea, la ley sobre la muerte asistida.
Barnier ha fijado varias 'líneas rojas' y ha prometido que no habrá tolerancia hacia el racismo y el antisemitismo, así como tampoco a la violencia contra las mujeres. De la misma forma, ha sido tajante en que no se cuestionará el derecho al aborto, al matrimonio igualitario y a la reproducción asistida.
Durante el discurso de Barnier, los diputados de La Francia Insumisa (LFI) han protestado levantando sus tarjetas de electores en el hemiciclo, como símbolo de sus quejas hacia una elecciones que, según entienden, no ha respetado el voto de los franceses.
Barnier no ha solicitado un voto de confianza ante la Asamblea Nacional en el marco de su primer discurso como primer ministro, ya que la Constitución francesa no especifica que sea obligatorio, si bien es una tradición establecida en Francia. Los partidos opositores de la izquierda francesa han anunciado su intención de presentar una moción de censura contra el Gobierno tras las críticas por su elección después de la victoria del Nuevo Frente Popular en los últimos comicios legislativos.