El primer ministro del Gobierno regional del Kurdistán, Nechirvan Barzani
REUTERS / AZAD LASHKARI
Actualizado: viernes, 29 diciembre 2017 6:16


MADRID, 29 Dic. (EUROPA PRESS) -

El primer ministro del Kurdistán iraquí, Nechirvan Barzani, ha criticado este jueves la decisión del Gobierno central de Irak de prorrogar la prohibición de despegue y aterrizaje de vuelos internacionales desde la región semiautónoma.

Barzani ha acusado a Bagdad de usar "la carta de la presión", lamentando que el Gobierno "quiera castigar a sus propios ciudadanos de esta manera", según ha informado la cadena de televisión kurda Rudaw.

En este sentido, ha dicho que desde Bagdad llegan mensajes contradictorios, hablando de unos "positivos" que se refieren a un diálogo por parte del presidente, Fuad Masum, y los vicepresidentes Nuri al Maliki y Ayad Alawi, y de una voluntad de "castigo" por parte del primer ministro, Haider al Abadi.

Barzani ha cargado contra Al Abadi por "utilizar las ruedas de prensa" para enviar sus mensajes a las autoridades del Kurdistán en lugar de iniciar un diálogo para resolver los problemas pendientes.

La prohibición fue impuesta el 29 de septiembre por orden del Gobierno de Irak como parte de las medidas de castigo contra la región semiautónoma por el referéndum de independencia celebrado días antes.

Los vuelos militares, diplomáticos y humanitarios, así como todos los de Naciones Unidas, están exentos de la prohibición, si bien dependen de la aprobación de las autoridades centrales.

La prórroga de la medida llega un día después de que Al Abadi desvelara la existencia de un acuerdo con la región semiautónoma para mantener reuniones "técnicas y profesionales" para discutir los asuntos en disputa.

En unas declaraciones tras la reunión de su gabinete, Al Abadi apuntó a un "cambio radical" de la postura de las autoridades de la región respecto al referéndum de septiembre y la situación en las zonas fronterizas, agregando que tras dichas reuniones podría abrirse un diálogo político.

El propio Barzani afirmó la semana pasada que está dispuesto a iniciar un diálogo con el Gobierno central basado en la Constitución iraquí y establecer una administración conjunta para los puestos fronterizos.

LA CRISIS POLÍTICA

El Gobierno central insiste en su demanda de que el Kurdistán iraquí cancele los resultados del referéndum de independencia celebrado el 25 de septiembre --que se saldó con una victoria del 'sí' por más del 90 por ciento-- antes de iniciar un proceso de negociaciones.

Por su parte, la región semiautónoma ha ofrecido detener sus operaciones militares y suspender los resultados de la votación a cambio de la apertura de un diálogo fundamentado en la Constitución del país.

La consulta popular, calificada de ilegal por Bagdad, también se llevó a cabo en áreas en disputa, entre ellas la provincia de Kirkuk, una zona que alberga grandes yacimientos de petróleo.

El 16 de octubre, el primer ministro de Irak, Haider al Abadi, lanzó una operación para recuperar la provincia controlada desde 2014 por los peshmerga. Las fuerzas federales tomaron ese día el control de Kirkuk y varias instalaciones estratégicas.

Los avances militares continuaron, hasta el punto de que las fuerzas kurdas habrían renunciado ya a todas las áreas donde habían ganado influencia en estos últimos años, en el marco de su ofensiva contra el grupo yihadista Estado Islámico.

El territorio que controlaban hasta ahora los peshmerga queda oficialmente fuera de los límites del Gobierno Regional del Kurdistán, aunque se trata de zonas en disputa cuyo futuro sigue sin resolverse, a pesar de que teóricamente la Constitución establece un plan para que decidan si quieren inclinarse por Erbil o por Bagdad.

La región del Kurdistán iraquí, en el norte del país, es autónoma e independiente 'de facto' desde la guerra de Irak de 1991 y cuenta con su propio ejército, los peshmerga. Es una de las cuatro regiones históricas del Kurdistán junto con la región kurdo-siria (Rojava), el sureste de Turquía y el noroeste de Irán.

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