MADRID, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Sudán, Omar Hasán al Bashir, ha concedido este domingo el perdón al misionero checo Petr Jasek, condenado en enero a 20 años de cárcel por cargos de espionaje.
El anuncio ha tenido lugar durante una rueda de prensa conjunta en la capital de Sudán, Jartum, de los ministros de Exteriores de Sudán y República Checa, Ibrahim Ghandur y Lubomir Zaoralek, respectivamente.
Durante la misma, Ghandur ha destacado que la decisión de Al Bashir se ha debido a "su aprecio por las relaciones históricas entre Sudán y República Checa", según ha informado el diario local 'Sudan Tribune'.
Por su parte, Zaoralek ha destacado a través de su cuenta en la red social Twitter que Jasel "se encuentra bien", describiendo su liberación como "un gran éxito de la diplomacia checa".
Asimismo, ha publicado varias fotografías junto a Jasek a bordo del avión, que ya ha llegado a República Checa.
"Ha sido un día largo, pero exitoso. Petr Jasek, detenido en Sudán desde 2015, está en casa", ha manifestado el ministro checo, junto a varias fotografías del avión a su llegada y de la rueda de prensa posterior.
Por su parte, el secretario general del Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán-Norte (SPLM-N), Yaser Arman, ha dicho que la decisión "corrige los errores del régimen", reclamando la liberación de otros dos pastores sudaneses que fueron condenados junto a Jasek.
"El SPLM-N reclama la liberación inmediata de los pastores y (pide al Gobierno) que se muestre respeto por los derechos de ciudadanía de los cristianos sudaneses", ha remachado.
Jasek fue detenido en Sudán en diciembre de 2015 después de cruzar la frontera desde Sudán del Sur. Las autoridades checas mantienen que viajó al país para apoyar a las comunidades cristianas sudanesas.
Las autoridades incautaron a Jasek incautaron el móvil, un ordenador portátil y una cámara, con la que había recogido el testimonio de la persecución que sufren los cristianos en este país.
El Gobierno de Sudán le acusó de al menos siete crímenes castigados con la pena de muerte, como financiar movimientos rebeldes, realizar labores de espionaje y conspirar contra el Estado.