Actualizado: martes, 27 octubre 2015 19:13


BERLÍN, 27 Oct. (Reuters/EP) -

El primer ministro de Baviera, Horst Seehofer, ha criticado a Austria por no coordinar adecuadamente el flujo de refugiados en la frontera, al mismo tiempo ha vuelto a desafiar a la canciller alemana, Angela Merkel, por su gestión de la crisis.

El jefe de Gobierno bávaro, cuyo partido forma grupo parlamentario con el democristiano de Merkel, ha emergido como el principal crítico de la canciller en los dos últimos meses.

Seehofer ha urgido a la dirigente alemana a imponer límites en el número de solicitantes de asilo que el país está dispuesto a aceptar e, incluso, ha amenazado con llevar ante los tribunales al Gobierno federal, en el que se incluye la Unión Social Cristiana (CSU).

En una entrevista con el periódico 'Passauer Neue Presse', ha acusado a Austria de fracasar en la coordinación fronteriza con Baviera, que solo el pasado lunes recibió más de 11.000 inmigrantes, según fuentes policiales.

"Esta actitud de Austria está dañando las relaciones entre vecinos. No puede comportarse así", ha afirmado Seehofer, que también ha instado a Merkel a hablar con el país austriaco para que frenara la situación.

Seehofer ha concedido un plazo de cinco días a Merkel para que responda a su demanda de reducir la llegada del número de solicitantes de asilo, en caso contrario considerarán "las opciones disponibles".

Por su parte, el ministro de Cultura de Austria, Josef Ostermayer, ha señalado que el canciller Wener Faymann está en estrecho contacto con Merkel. "Si los refugiados se desplazan, solo queda por decidir si les damos medicinas y comida o les dejamos congelarse. En una situación exigente, debemos actuar con humanidad", ha afirmado el ministro.

Alemania está acogiendo más inmigrantes que ningún otro Estado de la UE. Se prevé que entre 800.000 y un millón de personas lleguen al país este año --fundamentalmente desde los conflictos en Oriente Próximo, África y Afganistán-- y Baviera, que es la puerta de entrada a Alemania desde el sur de Europa, se está llevando la peor parte.

A principios de mes, el estado alemán amenazó con establecer medidas de emergencia, incluido el enviar a algunos refugiados de vuelta a Austria, en caso de que Merkel no actuara para detener el flujo. Pero el Gobierno de la región nunca ha seguido adelante con sus advertencias y Merkel ha insistido en que no habrá límites y que Alemania tiene capacidad para hacer frente a la situación.

En una conferencia con el presidente de Honduras, Merkel ha respondido: "Solo puedes reducir el número de refugiados como consecuencia de una acción conjunta con Turquía, Grecia y el resto de estados miembro, tienes que enfrentar las causas".

El partido conservador de la canciller está pagando el precio de sus políticas. Según una encuesta realizada por INSA, la coalición del CDU y el CSU descendió dos puntos hasta situarse en el 35 por ciento, el nivel más bajo de popularidad de los últimos tres años. El partido xenófobo Alternativa para Alemania subió un punto hasta alcanzar el 8,5 por ciento.

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