MADRID 14 Ene. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Francia, François Bayrou, ha planteado una revisión "completa" de la reforma de las pensiones de 2023, una de las medidas estrella del segundo mandato del presidente Emmanuel Macron pero que el actual Gobierno ve necesario abordar para garantizar la estabilidad política y económica.
Bayrou, que ha tomado la palabra este martes para su primer gran discurso ante la Asamblea Nacional, ha advertido de la "precariedad presupuestaria" en Francia por el rechazo de las cuentas oficiales a finales de 2024 y, en aras de encontrar soluciones, ha asumido que "la primera urgencia" es el tema de las pensiones.
Aunque ha insistido en que se trata de una reforma "vital" porque existe un "fuerte problema de financiación" del sistema, ha prometido una revisión a fondo del texto, incluido el polémico retraso de la edad de jubilación a los 64 años.
Bayrou aspira a solventar dicha revisión "en un tiempo breve". Así, ha anunciado una nueva ronda de contactos con los actores sociales y una consulta al Tribunal de Cuentas para que pueda elaborar "cifras indiscutibles".
En general, Bayrou ha advertido de que son necesarios "esfuerzos presupuestarios" a todos los niveles, aunque ha mantenido el objetivo de rebajar el déficit público en 2025 al 5,4 por ciento del PIB, con la meta de que sea del 3 por ciento en el año 2029. La deuda pública, ha añadido, es "una espada de Damocles".
INMIGRACIÓN, "CUESTIÓN DE PROPORCIONES"
En materia migratoria, una de las principales banderas políticas de la ultraderecha, ha evitado hacer grandes anuncios y ha mostrado su "profunda" convicción de que "la inmigración es una cuestión de proporciones", poniendo como ejemplo el caso de Mayotte.
El primer ministro ha abogado por medidas de "control" y por favorecer la deportación de todas aquellas personas que puedan poner ene peligro "la cohesión de la nación".
Por otro lado, ha llamado a sumarse al "pujante movimiento de desburocratización" y a "simplificar la vida económica" de Francia, mientras que en materia institucional ha recuperado una de las ideas que periódicamente resurgen para tratar de "avanzar" hacia un sistema de elección proporcional de los miembros del Parlamento.
UN GOBIERNO EN LA CUERDA FLOJA
Bayrou recogió el testigo de Michel Barnier tras la moción de censura que tumbó al anterior gabinete, respaldada tanto por la izquierda como por la ultraderecha. El Partido Socialista, sin embargo, ha tendido puentes en los últimos días y se ha mostrado dispuesto a no forzar la caída del actual Gobierno si hay gestos en materia económica.
El propio Bayrou ha bromeado durante su comparecencia con los malos augurios que le dan las encuestas. "El 84 por ciento de los franceses creen que este Gobierno no aguantará el año. Eso me lleva a preguntar dónde encuentran su optimismo el 16 por ciento restante", ha ironizado ante los diputados.