ROMA 7 Nov. (Reuters/EP) -
El antiguo líder del Partido Democrático (PD) Pier Luigi Bersani se ha sumado a las críticas al actual líder del PD y primer ministro, Matteo Renzi, inmerso en la campaña para intentar sacar adelante su polémica reforma constitucional que se votará el próximo 4 de diciembre.
Bersani ha afirmado en declaraciones a la prensa que sintió una "gran amargura" hacia Renzi después de que sus seguidores abuchearan a los críticos durante el congreso del PD celebrado este fin de semana en Florencia.
El exlíder del PD cree que con Renzi, el PD se ha convertido en un partido "arrogante" en el que el debate ha quedado atrás en favor de una obediencia ciega al líder. Así, Bersani ha anunciado que votará en contra de la reforma constitucional impulsada por Renzi, con lo que se suma a otras figuras de la socialdemocracia italiana y a toda la oposición.
Desde el entorno de Renzi, su 'número dos', Lorenzo Guerini, ha calificado de "incomprensibles y desconcertantes" las palabras de Bersani y ha recordado que no es la primera vez que es "desleal".
El propio grupo parlamentario del PD está dividido entre los partidarios de Renzi, mayoritarios, y una minoría de diputados tradicionalistas como Bersani que denuncian una deriva derechista en la formación. También han alzado la voz contra Renzi históricos del centro-izquierda como Massimo D'Alema, primer ministro entre 1998 y 2000.
En la oposición, se fortalece la opción del Movimiento 5 Estrellas, una formación antisistema, que recuerdan el compromiso de Renzi de dimitir si finalmente es derrotada su iniciativa de reforma constitucional. De confirmarse su derrota, piden la convocatoria de elecciones anticipadas.
REFORMA CONSTITUCIONAL
La reforma constitucional ha sido ya aprobada por el Parlamento tras dos años de intenso debate y se someterá a referéndum el 4 de diciembre. En la práctica supone la abolición del Senado ya que restringe radicalmente su capacidad para vetar leyes y reduce las competencias de las regiones.
El actual sistema da el mismo poder al Senado que a la Cámara Baja, motivo por el que, según los defensores de la reforma de Renzi, Italia ha tenido 63 gobiernos desde la Segunda Guerra Mundial, y de que ninguno de ellos haya sido capaz de sobrevivir a los cinco años de legislatura.
Sin embargo, los partidos más importantes de la oposición han anunciado su intención de hacer campaña por el 'No' a la reforma y argumentan que eliminaría garantías democráticas.
Además, solo una de las 37 encuestas publicadas hasta ahora pronostica una victoria del 'Sí', aunque las empresas demoscópicas subrayan que hay un 25 por ciento de votantes indecisos que podrían desequilibrar la balanza hacia cualquiera de los dos lados.