MADRID, 13 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha recibido este viernes en la Casa Blanca al primer ministro de Japón, Fumio Kishida, con un mensaje de "firme apoyo" a la nueva y reforzada política militar anunciada a finales del año pasado por el Gobierno japonés, concebida para contrarrestar la expansión de la influencia de China en la región del Indo-Pacífico.
"Quiero dejar bien clara una cosa: Estados Unidos está completa, total y absolutamente comprometido con su alianza con Japón", ha saludado Biden en su primera comparecencia con el primer ministro, quien ha llegado acompañado de una delegación compuesta, entre otros, por su asesor de Seguridad Nacional, Takeo Akiba.
La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, también aplaudió la nueva estrategia militar japonesa durante el desayuno de trabajo mantenido con Kishida nada más aterrizar su vuelo desde Japón.
Kishida presentó a mediados de diciembre la que se considera como la revisión de seguridad estratégica más ambiciosa desde la II Guerra Mundial, una que podría anticipar un giro radical a una histórica política limitada a la "autodefensa" nacional, y por la que las fuerzas niponas acabarían capacitadas para lanzar contraataques fuera de sus fronteras.
Esta nueva iniciativa, que podría requerir un incremento de hasta el cien por cien del presupuesto anual de Defensa japonés, llega en un momento que Japón se declara amenazado por la creciente influencia militar de China --quien ha ya repudiado este documento-- en las aguas regionales y las constantes pruebas balísticas de Corea del Norte.
El presidente Biden, también radicalmente contrario a los intereses expansionistas de China, ha asegurado que el encuentro con Kishida llega en un "momento destacable" de las relaciones entre ambos países. "No creo que haya existido un momento antes en el que estuviéramos más cerca el uno del otro", ha manifestado en comentarios divulgados por el equipo de corresponsales y enviados internacionales en Washington D.C.
Kishida, por su parte, ha explicado que su decisión de incrementar el gasto en defensa ha venido dada "por el complejo entorno de seguridad, lleno de desafíos" al que se enfrenta su país en estos momentos en la región, entre las ambiciones de China y los últimos ensayos balísticos de Pyongyang.