Las medidas podrían afectar a miembros de los gobiernos de Etiopía y Eritrea, así como a integrantes del TPLF
Abiy acusa a Biden y a la comunidad internacional de "tergiversar" las aciones del Gobierno y de "doble rasero"
MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha aprobado este viernes una nueva orden ejecutiva que autoriza la aplicación de sanciones contra aquellos implicados en el conflicto en la región etíope de Tigray (norte), entre ellos integrantes de los gobiernos de Etiopía y Eritrea, así como a miembros del Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF).
La orden de Biden, publicada por la Casa Blanca a través de su página web, contempla que "el secretario del Tesoro está autorizado para imponer cualquiera de las sanciones descritas en la sección 2(a) de esta orden contra cualquier persona extranjera determinada por el secretario del Tesoro, en consulta con el secretario de Estado".
Las sanciones podrían ser aplicadas contra aquellos "responsables o cómplices, que hayan participado de forma directa o indirecta o que hayan intentado participar" en distintos actos, entre ellos "acciones o políticas que amenacen la paz, la seguridad o la estabilidad de Etiopía".
Asimismo, podrían afectar a los que "obstruyan un alto el fuego o un proceso de paz", participen en "actos de corrupción o abusos graves de los Derechos Humanos", "bloqueen la entrega o distribución de ayuda", "ataquen a civiles", "planeen, ordenen o cometan ataques contra personal de Naciones Unidas o la Unión Africana" o "lleven a cabo acciones o políticas que socaven los procesos y las instituciones democráticas o la integridad territorial de Etiopía".
En este sentido, contempla como posibles afectados a miembros de ejércitos o fuerzas de seguridad que "operen o hayan operado en el norte de Etiopía desde el 1 de noviembre", cuando el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, anunció el inicio de la ofensiva militar contra el TPLF en respuesta a un ataque contra la principal base del Ejército en la capital regional, Mekelle.
Entre ellos, figuran "subdivisiones políticas, agencias o instrumentos del Gobierno de Etiopía, el Gobierno de Eritrea o su gubernamental Frente Popular para la Democracia y la Justicia (PFDJ), el TPLF, el gobierno regional de Amhara o las fuerzas regionales o irregulares de Amhara". Tanto el Ejército eritreo como las fuerzas de la región etíope de Amhara apoyaron la ofensiva contra el TPLF.
"El actual conflicto en el norte de Etiopía es una tragedia que está causando un inmenso sufrimiento humano y que amenaza la unidad del Estado etíope", ha afirmado Biden a través de un comunicado, en el que ha incidido en que "cerca de un millón de personas viven en condiciones similares a la hambruna y varios millones más hacen frente a una inseguridad alimentaria grave como consecuencia directa de la violencia".
Así, ha denunciado que "los trabajadores humanitarios han sido bloqueados, acosados y asesinados". "Estoy apenado por las informaciones sobre asesinatos en masa, violaciones y otras violencias sexuales para aterrorizar a las poblaciones civiles", ha manifestado el inquilino de la Casa Blanca.
Biden ha hecho hincapié en que "Estados Unidos está decidido a impulsar una resolución pacífica a este conflicto". "Daremos un apoyo total a los que encabezan los esfuerzos de mediación", ha agregado. "Estamos totalmente de acuerdo con los líderes de la ONU y la UA. No hay solución militar a esta crisis", ha argüido.
"Me uno a los líderes de África y de todo el mundo para pedir a las partes en conflicto que pongan fin a sus campañas militares, respeten los Derechos Humanos, permitan un acceso humanitario sin restricciones y acudan a la mesa de negociaciones sin condiciones previas", ha dicho, al tiempo que ha reiterado que "las fuerzas eritreas deben retirarse de Etiopía".
"Mi administración seguirá presionando para un alto el fuego negociado, un fin de los abusos contra civiles inocentes y un acceso de la ayuda humanitaria a los que la necesiten", ha explicado. "Estados Unidos sigue comprometido en su apoyo al pueblo de Etiopía y con fortalecer los lazos históricos entre nuestros países", ha reseñado.
En este sentido, Biden ha recalcado que las sanciones "no están dirigidas contra el pueblo de Etiopía o de Eritrea, sino contra personas y entidades responsables de la violencia y que provocan un desastre humanitario". "Damos a Etiopía más ayuda humanitaria y al desarrollo de lo que hace cualquier otro país, beneficiando a todas sus regiones", ha zanjado.
"DOBLE RASERO"
En respuesta a la orden aprobada por Biden, el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, se ha dirigido al mandatario estadounidense en una carta abierta en la que ha lamentado que "si bien el mundo entero ha puesto sus ojos en Etiopía y el Gobierno por las razones equivocadas, no ha reprimido abierta y severamente al grupo terrorista de la misma manera que ha estado reprendido" a la Administración.
En la misiva ha acusado a la comunidad internacional de "tergiversar" las aciones del Gobierno, así como de someter al país africano a "una creciente, indebida e injustificad presión", caracterizada por "un doble rasero".
Abiy se ha defendido asegurando que "de la misma manera que sus predecesores (en Estados Unidos) lideraron la 'guerra contra el terror' global", su Administración, "apoyada por millones de etíopes sedientos y hambrientos por su derecho a la paz, el desarrollo y la prosperidad", también está liderando su "'guerra contra el terror' nacional contra una empresa criminal, que representa una amenaza tanto para la estabilidad nacional como para la región del Cuerno de África".
"El pueblo estadounidense y el resto del mundo occidental están siendo engañados por los informes, narrativas y distorsiones de datos de entidades globales que muchos creen que están impulsadas a ayudar a países empobrecidos como el mío, pero que en los últimos meses han presentado a las víctimas como opresores y opresores a través de narrativas partidistas y redes financiadas", ha agregado.
El primer ministro etíope también ha afeado a Biden que, tras su ascenso a la Presidencia, algo que "muchos etíopes y africanos miraron con optimismo", se esperaba que "trazara un nuevo rumbo en la política exterior", para recordarle "las consecuencias y las secuelas de decisiones apresuradas y precipitadas tomadas por varias administraciones estadounidenses que han dejado a muchas poblaciones en condiciones más desoladas que las que la intervención intentó rectificar".
"Etiopía no sucumbirá a las consecuencias de la presión generada por individuos descontentos para quienes consolidar el poder es más importante que el bienestar de millones", ha ultimado Abiy, para agregar que "la humillación que nuestros antepasados han enfrentado en todo el continente durante siglos no se resucitará en estas tierras".
La ofensiva del Ejército etíope contra el TPLF arrancó el 4 de noviembre por orden del primer ministro, Abiy Ahmed. Tras ello, las fuerzas etíopes terminaron por ceder terreno, lo que llevó a Abiy a anunciar un alto el fuego unilateral en junio, rechazado por el TPLF, que ha expandido la ofensiva a varias regiones adyacentes.