BRUSELAS, 2 (EUROPA PRESS)
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se reunirá el próximo 10 de marzo con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en la Casa Blanca, en el marco de un viaje de una semana a Norteamérica que le llevará también a Canadá, donde será recibida por el primer ministro, Justin Trudeau.
La visita a Canadá y a Estados Unidos será la ocasión para tratar las relaciones trasatlánticas, que, en este momento, combina aspectos positivos como el gran nivel de cooperación para ayudar militarmente a Ucrania frente a la guerra de agresión rusa y para aumentar la presión contra el Kremlin, con otros menos prolíficos como el choque por el plan contra la inflación de Biden, que incluye subsidios a la industria americana, considerados por la UE como discriminatorios.
En todo caso, el viaje comenzará en Canadá, a donde la presidenta comunitaria llegará el lunes 6 de marzo, para reunirse el día siguiente, martes, con Trudeau en la base militar de Kingston. Esto representa la sintonía en materia de Defensa entre Canadá y la UE en plena escalada del conflicto en Ucrania.
Von der Leyen viajará a Washington ya el miércoles para reunirse con Biden el viernes, día 10, según la agenda desvelada por la Comisión Europea en un comunicado, en el que señala que la cooperación entre la UE y Estados Unidos y las prioridades geoestratégicas centrarán la cita en la Casa Blanca.
Bruselas insiste en que el encuentro entre la jefa del Ejecutivo europeo y el presidente estadounidense será la oportunidad para mandar también un mensaje de liderazgo sobre transición ecológica, innovación y tecnología.
De hecho, la Casa Blanca ha emitido un comunicado en el que ha indiciado que Biden y Von der Leyen abordarán la coordinación entre Estados Unidos y la UE "para combatir la crisis climática mediante la inversión en tecnología basada en cadenas de suministro seguras".
"Los líderes harán un balance del Grupo de trabajo conjunto sobre la seguridad energética de Europa que establecieron hace un año, que ha ayudado a la UE a reducir su dependencia de los combustibles fósiles rusos y acelerar su transición ecológica", ha destacado Washington.