MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de Bielorrusia han informado este jueves de que han solicitado a la Unión Europea abrir un corredor humanitario para unos 2.000 migrantes que se encuentran en la frontera con Polonia durante la conversación entre el presidente, Alexander Lukashenko, y la canciller alemana, Angela Merkel.
"Se le ha sugerido a la UE crear un corredor humanitario para 2.000 refugiados que se encuentran ahora mismo en un campo en la zona. Nosotros facilitaremos el regreso de los 5.000 migrantes restantes a sus lugares de origen", ha señalado Natalia Eismont, portavoz de la Presidencia bielorrusa.
Así, ha especificado que la propia Merkel ha accedido a abordar esta propuesta con la UE, incluida la posibilidad de abrir un corredor humanitario hacia Alemania, según ha recogido la agencia de noticias bielorrusa BelTA.
"Como podéis ver, estamos dispuestos a cumplir con nuestros compromisos. De hecho, solo unos 400 refugiados han accedido a regresar a su tierra natal. Para ser precisos, 374 pasajeros, la mayoría iraquíes, han embarcado en un vuelo que salió hoy de Mink", ha manifestado.
En este sentido, Eismont ha tratado de trasladar el plan trazado por el Gobierno para resolver la crisis migratoria, que se ha acrecentado recientemente en las fronteras externas del bloque comunitario.
"Iré ofreciendo actualizaciones a medida que se produzcan las conversaciones", ha aseverado en relación a la segunda conversación entre Lukashenko y Merkel, que tuvo lugar el miércoles. "Actualmente hay unos 7.000 refugiados en territorio bielorruso. Unos 2.000 están en un campo en la frontera, si bien se calcula que entre 200 y 500 están dispersados a lo largo de la frontera", ha explicado.
La portavoz ha matizado, no obstante, que el trabajo del servicio migratorio bielorruso ya está dando sus frutos. "Mantenemos nuestras promesas. Mientras, la UE no ha honrado ni una de sus obligaciones", ha insistido antes de acusar a Bruselas de "no haber ni siquiera empezado a negociar con la ayuda de expertos".
También la UE, a través del Alto Representante de Política Exterior, Josep Borrell, ha mantenido contactos con el régimen de Lukashenko en estos últimos días, aunque no al mismo nivel que Merkel. Borrell habló el martes con el ministro de Exteriores bielorruso, Vladimir Makei.
De hecho, el Gobierno polaco ha mostrado cierto malestar con el papel de la dirigente alemana, antes incluso de que trascendiese la segunda llamada. El portavoz, Piotr Mueller, ha asegurado en declaraciones a la cadena TVP que "no es un buen paso" a dar.
El vice primer ministro, Jaroslaw Kaczynski, ha reconocido que es necesario "internacionalizar" la crisis, aunque ha advertido de que ninguna resolución podrá pasar "por encima de las cabezas" de los polacos.