MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, se ha defendido este viernes ante el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, del informe desclasificado de la CIA que lo responsabiliza del asesinato del periodista estadounidense Yamal Jashogi en la Embajada saudí en Estambul en octubre de 2018.
Según ha informado el presidente Biden a los medios de comunicación, Bin Salman no solo ha asegurado no ser "personalmente responsable" de la muerte de Jashogi, sino que ha aseverado haber tomado "medidas contra los responsables".
"Indiqué que pensaba que lo era (responsable) (...). Dijo que no era personalmente responsable de ello, y tomó medidas contra los responsables", ha trasladado Biden ante los medios de comunicación presentes a la salida de su encuentro con Bin Salman en la ciudad saudí de Yeda, según recoge el diario 'The Hill'.
El presidente Biden ha aterrizado este viernes en Yeda, donde tiene previsto pasar los próximos dos días en el marco de su gira por Oriente Próximo, que ya le ha llevado a Israel, y que ahora le reunirá tanto con Bin Salman como con el rey Salman bin Abdulaziz y otros altos cargos del país.
La parada del inquilino de la Casa Blanca ha levantado polémica, si bien el mandatario ha asegurado en todo momento que la visita está motivada por asuntos "estratégicos" y ha destacado que el respeto a los Derechos Humanos será uno de los puntos principales que abordará con los representantes saudíes.
Uno de los asuntos que más críticas ha suscitado han sido precisamente los hechos relacionado con la muerte de Jashogi. De hecho, el saludo de este viernes entre Biden y Bin Salman ha sido catalogado como "vergonzoso" por el director ejecutivo del diario 'Washington Post', Fred Ryan, medio en el que trabajaba el periodista asesinado.
Los periodistas le han recriminado dicho saludo --un choque de puños entre presidente y príncipe-- por la posibilidad de que vuelva a ocurrir otro incidente como el de Jashogi.
"Acabo de dejar claro que si algo así vuelve a ocurrir, obtendrán respuestas", ha dicho Biden, antes de señalar que el presidente de Estados Unidos puede criticar las acciones de otros mandatarios, igual que hizo con "Xi Jinping y la esclavitud", ha matizado.
"Que el presidente de Estados Unidos guarde silencio sobre una clara violación de los Derechos Humanos es totalmente incompatible con quiénes somos (...) y en lo que creemos, por eso no me voy a quedar callado", ha incidido el presidente estadounidense.
Otro de los puntos más cuestionados a Biden ha sido su contradicción respecto a la postura que tomaría Estados Unidos para con Arabia Saudí. Debido al caso Jashogi, el mandatario incidió en que la postura de Washington sería la de convertir a Arabia Saudí en un "paria" a nivel internacional, si bien su visita parece ir en contra de la afirmación.
A este respecto, el inquilino de la Casa Blanca ha asegurado no arrepentirse de lo dicho, y ha incidido en que lo ocurrido con el periodista "fue indignante".
Biden ha iniciado así en Arabia Saudí una nueva etapa de su gira por la región tras dos días de visita en Israel, donde se ha reunido con altos funcionarios del país, así como con las autoridades palestinas, y donde ha incidido en que el fin del conflicto pasa por una solución de dos estados.
Respecto a que Arabia Saudí sea una de las paradas de su gira por la región, Biden ha reconocido este viernes en Yeda que Estados Unidos no puede dejar "un vacío" en Oriente Próximo "para que lo llenen Rusia o China". "Estamos obteniendo resultados", ha zanjado.
MANTENER LA TREGUA EN YEMEN
La reunión bilateral entre Estados Unidos y Arabia Saudí se ha traducido en varios acuerdos entre los que destaca el compromiso para tomar medidas con el objetivo de extender la tregua mediada por Naciones Unidas en Yemen.
"Acordamos trabajar juntos para profundizar y ampliar el alto el fuego en Yemen", ha anunciado, antes de hacer hincapié en que dicha tregua ha alcanzado más de tres meses, convirtiéndose en "el período más pacífico en Yemen en siete años".
A su vez, los políticos han conseguido la apertura del espacio aéreo saudita a los vuelos de Israel, ya sean aquellas aeronaves que proceden o se dirigen desde territorio israelí a Arabia Saudí.
Las fuerzas internacionales, incluidas las estadounidenses, se retiran de la isla de Tiran en el Mar Rojo, donde han estado durante más de 40 años desde los Acuerdos de Camp David, que supusieron el reconocimiento de Israel por parte de Egipto y la paz entre ambos países.
"Ahora, gracias a la ruptura, este avance, esta isla estará abierta al turismo y al desarrollo económico mientras retiene todos los arreglos de seguridad necesarios y la libertad actual de navegación de todas las partes", ha señalado Biden.
Por último, ambos países han acordado la inversión en tecnología y energía limpia por parte de los sauditas, así como suministros de petróleo "adecuados" para respaldar el crecimiento económico mundial, a través de una garantía de seguridad energética.