Mujeres Rohingya
REUTERS
Actualizado: viernes, 17 marzo 2017 5:43


MADRID, 17 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Birmania ha afirmado este jueves que las recomendaciones de Naciones Unidas sobre la situación de los musulmanes rohingya en el país "tendrán un impacto positivo en el proceso de reconciliación".

"El Gobierno querría expresar su sincero agradecimiento a Kofi Annan --quien encabezaba la comisión de la ONU para la región de Rajine-- y a los miembros de la comisión por su postura visionaria y constructiva para lograr la paz, la estabilidad y la prosperidad en Rajine", ha dicho.

Así, se ha mostrado "de acuerdo" con las recomendaciones del informe, agregando que "la mayoría de ellas serán aplicadas rápidamente para lograr la máxima efectividad", según ha informado el diario estatal 'The Global New Light of Myanmar'.

Por último, ha resaltado que "algunas de ellas dependerán de la situación sobre el terreno", si bien ha afirmado que cree que "habrá un progreso rápido".

Horas antes, Annan había instado a las autoridades de Birmania a permitir el regreso de los rohingya a sus hogares y a cerrar los campos de desplazados en el oeste de Rajine.

Más de 120.000 personas, la mayoría rohingyas, viven en refugios temporales para desplazados internos desde que se produjo una escalada de violencia en el estado de Rajine hace casi cinco años.

"Ya es hora de que cierren los campos y permitan que estas personas se muevan libremente, especialmente aquellas que han pasado por un proceso de verificación de la nacionalidad", indicó Annan.

La comisión de la ONU ha instado a la consejera de Estado del país, Aung San Suu Kyi, a reconsiderar el sistema de verificación de la nacionalidad de los rohingya y empezar a delimitar las restricciones de movimiento tanto de los musulmanes rohingya como de los ciudadanos budistas de Rajine.

La comisión, que está formada por nueve personas y deberá hallar una solución a la situación de los rohingya de cara al próximo año, ha señalado que la investigación sobre las medidas llevadas a cabo por las fuerzas de seguridad en el norte del estado de Rajine debe ser "independiente e imparcial".

"Hemos hecho una serie de recomendaciones que pueden implementarse ahora y propiciar así una mejora de la situación", manifestó Annan, que espera que el Gobierno actúe lo antes posible para "frenar el deterioro de las relaciones entre las autoridades del país y la comunidad musulmana en Rajine".

Al menos 92.000 personas de la comunidad rohingya de Birmania se han visto obligadas a abandonar sus viviendas desde que estalló la crisis en el estado de Rajine el pasado 9 de octubre, según datos de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de Naciones Unidas.

Cerca de 1,1 millones de musulmanes rohingya carecen de nacionalidad en Birmania, donde sus movimientos están restringidos. La comisión ha indicado que el Gobierno debe registrar a los musulmanes nacidos en la zona desde 2012. "No es normal que un recién nacido no tenga un certificado de nacimiento", ha señalado Ghassan Salame, miembro de la comisión.

LA UE PIDE EL ENVÍO DE UNA MISIÓN DE INVESTIGACIÓN

Por otra parte, la Unión Europea (UE) ha reclamado a Naciones Unidas que envíe una misión de investigación a Birmania para investigar las acusaciones de torturas, violaciones y ejecuciones contra rohingya por parte del Ejército.

El borrador de resolución, enviado al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, será votado la semana que viene y, de ser aprobado, implicaría "el envío urgente de una misión internacional de investigación", tal y como ha recogido la agencia británica de noticias Reuters.

El Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Zeid Raad al Hussein, acusó en febrero al Ejército de Birmania de cometer atrocidades contra la población rohingya, desde violaciones en masa hasta la ejecución de bebés, en el marco de la persecución que el Gobierno birmano aceleró el pasado mes de octubre y que podría tratarse sencillamente de un "crimen contra la Humanidad".

Según los informes de testigos que baraja Al Hussein, el Ejército birmano es responsable del "asesinato de bebés, niños, mujeres y ancianos, tiroteos indiscriminados contra civiles a la huida, quemar pueblos enteros, detenciones masivas, violaciones y abusos sexuales sistemáticos y en masa, así como la destrucción deliberada de fuentes de alimentos".

Naciones Unidas recabó las declaraciones de más de 200 personas que han conseguido escapar del asedio del Ejército de Birmania. La inmensa mayoría de los entrevistados fueron testigos de algún acto de brutalidad.

Más de la mitad de las 101 mujeres consultadas dejaron haber sido objeto de abusos o violaciones y, en general, todos describieron actos de una violencia inusitada.

"¿Qué clase de odio es capaz de hacer que un hombre apuñale a un bebé que está llorando por la leche de su madre, que a su vez está viendo como le matan mientras la violan las mismas fuerzas de seguridad que se supone que la tienen que proteger?", se preguntó Al Hussein, consternado por la "gravedad y la escala" de las declaraciones de los testigos.

Naciones Unidas apuntó que las conclusiones del informe arrojan, "con casi toda probabilidad", que el Ejército birmano ha cometido crímenes contra la Humanidad contra los rohingya.

El Gobierno birmano ha negado que exista una campaña de exterminio y asegura que la misión del Ejército es la de eliminar a ciertos elementos terroristas entre las filas rohingya.

Las pruebas recabadas por la ONU y múltiples organizaciones rebaten esta versión y condenan el silencio que mantiene a este respecto Suu Kyi, premio Nobel de la Paz y líder 'de facto' del país.

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