Niña refugiada rohingya en Bangladesh
MOHAMMAD PONIR HOSSAIN / REUT
Actualizado: martes, 18 julio 2017 11:18


RANGÚN, 18 Jul. (Reuters/EP) -

El Gobierno que lidera Aung San Su Kyi en Birmania ha hecho saber este martes a diplomáticos que la misión de la ONU para analizar las denuncias de violación, tortura y asesinatos de rohingyas musulmanes solo "agravará" la inestabilidad en el estado occidental de Rajine.

Birmania se ha negado a conceder visados a los tres expertos designados por Naciones Unidas en mayo para analizar las denuncias de abusos por parte del poderoso Ejército birmano. La semana pasada, la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, pidió a Birmania que aceptara la misión, ordenada por una resolución del Consejo de Derechos Humanos.

"Nos hemos disociado de la decisión porque consideramos que era menos que constructiva", ha explicado el asesor de Seguridad Nacional birmano, Thaung Tun, a responsables de la ONU y diplomáticos, incluido el embajador estadounidense, Scot Marciel.

La decisión de otros países, incluidas China e India, de unirse a Birmania en su distanciamiento de la resolución fue una "postura de principios", ha considerado Thaung Tun. "Sentimos que esa misión solo puede agravar la situación en el terreno", ha sostenido.

El trato a los alrededor de un millón de rohingya musulmanes en Birmania, un país mayoritariamente budista, se ha convertido en el asunto más espinoso en materia de Derechos Humanos para el país en su transición tras décadas de un férreo régimen militar.

La Unión Europea propuso la investigación después de que el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos dijera que durante la operación llevada a cabo por el Ejército en Rajine podrían haberse cometido crímenes contra la Humanidad.

Los soldados llevaron a cabo una ola de represión a raíz de la muerte de nueve policías en ataques en la frontera en octubre. Como consecuencia de esta operación de seguridad, unos 75.000 rohingya buscaron refugio en Bangladesh, donde muchos de los cuales han contado los abusos sufridos en Birmania.

El Gobierno birmano ha negado las acusaciones y sostenido que la mayoría son inventadas. Thaung Tun no ha abordado directamente las acusaciones, pero ha dicho que Birmania tiene "un claro derecho de defender el país por medios legales" mientras hace frente a "crecientes actividades terroristas".

Las autoridades sostienen que la investigación nacional, encabezada por el vicepresidente Myint Swe, un antiguo teniente general, es suficiente. Una comisión encabezada por el exsecretario general de la ONU Kofi Annan está analizando los problemas en Rajine, pero no tiene como labor investigar los abusos a los Derechos Humanos.

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