Birmania dice que la solicitud de jurisdicción sobre deportaciones de rohingyas del TPI "debe ser desestimada"

Refugiados rohingya en Bangladesh
REUTERS / MICHELLE NICHOLS - Archivo
Actualizado: viernes, 10 agosto 2018 2:26

RANGÚN 10 Ago. (Reuters/EP) -

Birmania ha asegurado este jueves que la solicitud del fiscal del Tribunal Penal Internacional (TPI) para buscar jurisdicción sobre presuntas deportaciones de musulmanes rohingya desde Birmania a Bangladesh "carecía de mérito y debe ser descartada".

Los jueces del tribunal pidieron a Birmania que respondiera a la solicitud hasta el 27 de julio. La oficina del líder 'de facto' de Birmania, Aung San Suu Kyi, ha descrito las razones por las cuales que se ha negado a dialogar con el tribunal sobre el asunto y por qué no ha presentado una respuesta.

"La solicitud del fiscal puede interpretarse como un intento indirecto de adquirir jurisdicción sobre Birmania, que no es un Estado Parte en el Estatuto de Roma", ha señalado la oficina en un comunicado, refiriéndose al tratado de fundación del TPI.

La jurisdicción del primer tribunal permanente de crímenes de guerra del mundo se limita a los crímenes cometidos en el territorio de los estados miembros o en los casos que le remita el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Sin embargo, el fiscal del TPI, Fatou Bensouda, ha pedido al tribunal que investigue la crisis rohingya y el tribunal ha solicitado la opinión de Bangladesh sobre el "ejercicio de la jurisdicción territorial sobre la supuesta deportación de miembros del pueblo rohingya de Birmania a Bangladesh".

Birmania ha alegado irregularidades de procedimiento y falta de transparencia por parte del tribunal.

Bensouda ha dicho que, dada la naturaleza transfronteriza del crimen de deportación, un fallo a favor de la jurisdicción del TPI estaría en línea con los principios legales establecidos. Sin embargo, reconoció la incertidumbre en torno a la definición del crimen de deportación y los límites de la jurisdicción del tribunal.

Alrededor de 700,000 musulmanes rohingya, según datos de la ONU, huyeron de la mayoría budista de Birmania a Bangladesh después de una ofensiva militar en agosto de 2017 que Naciones Unidas ha calificado de limpieza étnica.

Los refugiados han denunciado asesinatos, violaciones e incendios a gran escala, pero Birmania ha negado casi todas las acusaciones, diciendo que llevó a cabo una operación legítima de contrainsurgencia después de ser atacada por milicianos rohingya.

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