RANGÚN, 1 Sep. (Reuters/EP) -
El Ejército de Birmania ha anunciado que pondrá ante un consejo de guerra a los militares sospechosos de haber cometido atrocidades contra la minoría rohingya durante la campaña militar de 2017 que desembocó en el éxodo de casi 750.000 de sus integrantes a Bangladesh,
Esta decisión tiene lugar después de que el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Min Aung Hlaing, confirmara que varios militares habían demostrado "debilidad a la hora de seguir las órdenes" durante una masacre cometida en una población del estado de Rajine, el hogar de los rohingya.
La población es Gutarpyn, en el municipio de Buthidang, donde fueron halladas al menos cinco fosas comunes el año pasado. Según las autoridades, se trataba de "terroristas" separatistas como los que el Ejército intentó neutralizar durante la campaña de agosto. Sin embargo, una comisión interna del Ejército birmano parece haber desmentido esa versión.
El consejo de guerra birmano fue creado el pasado mes de marzo para responder ante las acusaciones de genocidio vertidas por Naciones Unidas y ONG como Amnistía Internacional o Human Rights Watch, y ha visitado el estado en julio y agosto.
Una investigación previa en 2017 exoneró a los militares de toda responsabilidad, pero la presión internacional sobre los líderes birmanos ha ido en aumento desde que el Tribunal Penal Internacional abriera una investigación preliminar cuyos resultados están pendientes de publicación.