RANGÚN 1 Jul. (Reuters/EP) -
Las autoridades de Birmania han puesto en libertad al monje budista Shin Gambira, uno de los principales líderes opositores que participaron en las manifestaciones que tuvieron lugar en 2007 contra la junta militar del país.
Nyi Nyi Lwin, mejor conocido como Gambira, fue detenido en enero por haber entrado en el país de forma ilegal desde Tailandia. El monje ha sido puesto en libertad este viernes, un día después de que se interpusieran nuevos cargos contra él por haber accedido al país en 2012.
Robert San Aung, su abogado, ha indicado que los cargos han sido retirados y que Gambira se encuentra en libertad. "El juez ha manifestado que se encontraba en total libertad después de que se retiraran los cargos", ha aseverado San Aung.
Gambira se ha mostrado alegre por la decisión tomada y ha señalado a Reuters que a partir de ahora se centrará en su salud. "Estoy muy contento de estar en libertad de nuevo. En este momento debo recibir tratamiento médico para el síndrome de estrés postraumático", ha explicado.
Los cargos interpuestos contra el monje budista esta semana tienen relación con el allanamiento de varios monasterios en 2012 que habían sido previamente sellados por el Gobierno. En 2007, Gambira se alzó como líder de las multitudinarias manifestaciones antigubernamentales contra las condiciones y leyes opresivas establecidas por el entonces dictador Than Shwe, en el marco de la conocida 'revolución azafrán'.
Las fuerzas de seguridad de Birmania reprimieron las protestas y abrieron fuego contra los manifestantes con la intención de sofocarlas. Según un informe de la ONU, al menos 31 personas murieron y miles fueron arrestadas en el transcurso de la revolución.
Gambira fue arrestado en 2007 y condenado a una pena de prisión de 68 años, lo que lo ha convertido en el prisionero político más destacado de Birmania. En 2012 fue puesto en libertad y denunció haber sufrido torturas a manos de las fuerzas de seguridad mientras se encontraba en prisión.
Amnistía Internacional ha señalado que el monje sufre "graves problemas de salud mental" debido al tiempo y el trato recibido durante su estancia en prisión. La ONG ha mostrado su preocupación ante los posibles "motivos políticos" de los cargos interpuestos esta semana, que estarían relacionados con la 'revolución azafrán'.