Blanca Carazo (UNICEF): "Luchamos para impedir una crisis generacional"

Niños en África
UNICEF
Actualizado: viernes, 8 julio 2016 14:05


MADRID, 8 Jul. (EDIZIONES) -

"Hay una niña etíope de 12 años, llamada Harko, que se levanta todas las noches y recorre cinco horas para buscar agua. Espera a que baje el calor antes de regresar. Ha perdido todo el día. Ya no va a la escuela", explica Blanca Carazo, responsable de programas de UNICEF Comité Español, a Europa Press, tras alertar, en los términos más enérgicos posibles, de que 26 millones de niños de todo el mundo corren un tremendo peligro por el impacto de 'El Niño', un fenómeno cíclico que podría convertir el hambre, el analfabetismo y la enfermedad infantil en factores endémicos, generacionales y a largo plazo en las zonas más pobres del mundo.

"No es un impacto de ahora. A largo plazo es gravísimo porque se transmite a la siguiente generación", especifica Carazo, quien considera a la desnutrición severa como la amenaza más peligrosa a la que se enfrenta la población infantil porque, de no recibir tratamiento -- lo que no es difícil, ni costoso, y "presenta un elevado índice de recuperación" -- se termina convirtiendo en un factor que acaba pasando de jóvenes padres desnutridos a hijos desnutridos.

Miles de niños padecen en estos momentos la desnutrición aguda grave. Los casos en niños menores de 5 años han aumentado de manera alarmante, de acuerdo con datos de Naciones Unidas, y la desnutrición a una edad muy temprana puede tener consecuencias fatales a largo plazo, como muerte prematura o discapacidad mental.

EL REMATE A UN AÑO DE PENURIAS

'El Niño' es el fenómeno que se añade, por norma, cada año, a las habituales crisis climáticas que sacuden particularmente África y América Latina. Se caracteriza por un aumento inusual de la temperatura del agua en el océano Pacífico, lo que provoca sequías en ciertas zonas de África Meridional mientras que en otras zonas, como en el norte de América Central, causa inundaciones. Generalmente es bastante grave, pero este año ha batido el récord del mayor aumento en las temperaturas mundiales en 130 años, con efectos devastadores.

"No solo hablamos de sequías e inundaciones, sino de un tránsito acusado entre ellas hasta el punto de que acaban produciendo corrimientos de tierra", explica la responsable de UNICEF, quien ratifica que 'El Niño' de este año "ha sido el más intenso" y ha puesto a prueba las creativas soluciones del fondo de la ONU para paliar sus efectos.

UNICEF ha desarrollado en este sentido los llamados "programas de resiliencia" con el objetivo de que los afectados puedan diversificar sus fuentes de ingresos gracias a cultivos más resistentes a las inclemencias" y a la ayuda que los gobiernos proporcionan en efectivo. Sin embargo, para su completo funcionamiento necesitan de las donaciones internacionales, todavía distantes de las cantidades requeridas.

"Estamos preocupados porque estamos poniendo en marcha programas pero no recibimos los fondos necesarios. No llegamos ni de lejos", lamenta Carazo, quien insiste en la facilidad que comporta la eliminación de la "desnutrición aguda severa". "De verdad que no es un tratamiento muy costoso y que la recuperación es elevada, pero necesitamos recursos", insistió.

A pesar de la presión constante que genera anualmente la aparición de El Niño -- que mina paulatinamente los recursos de las familias afectadas, obligadas a redistribuir su salario para conseguir bienes de primera necesidad cada vez más costosos, hasta el punto de que acaban vendiendo sus propiedades --, UNICEF no se rinde. "No podemos tirar la toalla por unos niños que se merecen un futuro mejor", concluye Carazo. "Ahora mismo hay que coger fuerza".