MADRID, 28 Jun. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, ha mantenido un encuentro bilateral este lunes con el ministro de Exteriores marroquí, Nasser Bourita, con quien entre otras cosas ha hablado sobre la "estabilidad regional" y sobre "Derechos Humanos".
La reunión, la primera entre ambos, se ha producido en los márgenes de la cumbre de ministros de Exteriores de la coalición internacional contra Estado Islámico, de la que forman parte ambos países al igual que España, que ha estado representada por la jefa de la Diplomacia, Arancha González Laya.
Según ha indicado Blinken en Twitter, ha mantenido un "buen encuentro" con el ministro marroquí "para revisar nuestro interés compartido en la paz y la estabilidad regional y los Derechos Humanos, incluida la libertad de prensa".
"También hemos discutido sobre los acontecimientos en Libia y nuestro deseo de ver estabilidad y prosperidad allí", ha añadido el jefe de la diplomacia estadounidense.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores marroquí ha señalado en esta misma red social que ambos han hablado "sobre la evolución de las relaciones bilaterales y sobre las cuestiones de orden regional, principalmente la situación en Libia y en Oriente Próximo".
Bourita y Blinken ya hablaron por teléfono precisamente el pasado 18 de mayo, en plena entrada masiva de miles de migrantes en Ceuta con la connivencia de las autoridades marroquíes a raíz de la crisis abierta por la acogida en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.
Entonces, la llamada estuvo centrada en la escalada entre israelíes y palestinos, si bien Washington dejó claro que concede a Rabat un "papel clave" para "fomentar la estabilidad en la región".
Estados Unidos ha tratado de mantenerse al margen de la crisis entre España y Marruecos, dado que ambos países son socios. Marruecos quiere que España siga los pasos de Estados Unidos, que con Donald Trump aún al frente anunció el pasado 10 de diciembre el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, como contrapartida a que el reino restableciera relaciones con Israel.
La llegada de Joe Biden a la Casa Blanca no ha alterado por el momento esa postura, lo que parece haber alentado a Rabat a presionar a otros países a que les emulen, como es el caso de Alemania.