MADRID, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha insistido en la necesidad de un alto el fuego y un acuerdo de paz en Yemen al primer ministro, Main Abdulmalik, a quien ha agradecido sus esfuerzos para "aliviar el sufrimiento de los yemeníes".
Ambos han mantenido una conversación telefónica en la que Blinken ha destacado el compromiso de Washington "de promover un proceso de paz inclusivo en Yemen, como lo demuestran los esfuerzos del enviado especial de Estados Unidos para Yemen, Tim Lenderking".
El secretario de Estado también ha acogido "con satisfacción" el apoyo del Gobierno yemení a un alto el fuego amplio a nivel nacional y a las conversaciones políticas dirigidas por la ONU, así como a la Administración.
Por otro lado, ha alentado a las partes a "trabajar para lograr la plena implementación del Acuerdo de Riad".
Blinken ha agradecido a Abdulmalik sus esfuerzos para "aliviar el sufrimiento de los yemeníes, incluida la autorización de la llegada de cuatro barcos de combustible al puerto de Hodeida para ayudar a mitigar la escasez de combustible que enfrenta el país y obtener la ayuda que tanto necesita el pueblo de Yemen".
En este sentido, ha insistido en "la necesidad de un alto el fuego y un acuerdo de paz duradero e inclusivo para permitir la recuperación económica total y abordar la crisis humanitaria".
El Departamento de Estado también ha informado de que Lenderking viajará de nuevo a Oriente Próximo para reunirse con altos funcionarios del Gobierno yemení, en coordinación con la ONU, para promover un alto el fuego duradero y un acuerdo de paz en el país, con el objetivo también de abordar la grave crisis humanitaria.
El Gobierno yemení, formado en diciembre tras un acuerdo entre las autoridades y el CNT, llegó a Adén a finales de diciembre desde Arabia Saudí. Minutos después del aterrizaje del avión estalló una bomba en el aeropuerto que dejó al menos 25 muertos, suceso achacado a los huthis, que se distanciaron de lo sucedido.
El Ejecutivo reconocido internacionalmente tiene su sede en Adén desde que los rebeldes huthis se apoderaron de la capital, Saná, a finales de 2014. Sin embargo, el presidente, Abdo Rabbu Mansur Hadi, lleva sus asuntos entre Adén y Riad, mientras Arabia Saudí lidera una coalición internacional para derrotar a los insurgentes.
El conflicto ha sufrido un recrudecimiento en varios frentes durante los últimos meses, pese a los esfuerzos internacionales de mediación, en una guerra ha provocado la que es la mayor crisis humanitaria mundial. Actualmente, casi el 80 por ciento de la población, unos 24 millones de personas, necesitan asistencia en el país, donde hay más de 20 millones en inseguridad alimentaria.